Camelot revive de la mano de Pollard
El rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda se titula la preciosa edición de 1917 del investigador y dramaturgo británico Alfred William Pollard (Londres, 1859-1944). Reino de Cordelia acaba de rescatar estas aventuras artúricas en la traducción de Susana Carral.
Como explica en el prólogo el propio Pollard, su trabajo consistió en eliminar numerosas reiteraciones de la obra original de su compatriota Thomas Malory (c.1416-1471). La edición de Pollard deja casi a la mitad la obra original y eso que hablamos que restaron unas 450 páginas. Pero, como el experto destaca, por el encarcelamiento, Malory se quedó sin fuerzas ni tiempo para revisar su creación, de ahí que Pollard optara por «despejar parte del sotobosque para que se vean los grandes árboles».
La edición de 1917 cuenta además con el gran atractivo de ir acompañada de las ilustraciones del londinense Arthur Rackham (1867-1939). Tiene Rackham un aire historicista cargado de épica acompañado por elementos modernistas en sus dibujos en blanco y negro, mientras que en su obra en color es capaz de recordarnos a veces a Gustav Klimt, pero también dejarnos su sello propio.
La primera gran saga británica exhibe una prosa certera y contundente que no deja ningún espacio a florituras para ir al grano, algo muy característico de la literatura oral. Por aquí desfilan, nunca mejor dicho, los grandes momentos del ciclo artúrico: la extracción de la espada Excálibur por el jovencísimo Arturo, ignorante de que su padre fue el rey Uther Pendragon; la hermosa escena de la dama del lago; Merlín, el hacedor de milagros que caerá preso del amor por otra criatura lacustre; la búsqueda del Santo Grial; la hermosa reina Ginebra y sus amores y por encima de todo, los intrépidos caballeros de la Tabla Redonda.
Si un clásico es toda obra que no ha perdido encanto por el paso del tiempo y cada generación redescubre, la de Malory con el bruñido de Pollard ya conforma uno. Y ante todo, un caudal imparable de aventuras.
‘EL REY ARTURO Y LOS CABALLEROS DE LA TABLA REDONDA’ Alfred W. Pollard