El Periódico Aragón

Los viejos son parte activa de la sociedad

En el mundo viven más de 1.000 millones de personas que superan los 60 años de edad

- MARIANO Berges* Profesor de Filosofía

Si al hablar de los jóvenes expresamos nuestro asombro por la complejida­d y dificultad para ordenar nuestro discurso sobre ellos, cuando pretendemo­s hacerlo sobre los viejos la complejida­d y dificultad es mayor, pues la diversidad y desigualda­d es más amplia.

En primer lugar, el concepto de viejo es muy amplio y gradual, pues desde los 60 ó 65 años que dan opción a la jubilación hasta los 85 que es una esperanza de vida frecuente en la actualidad, hay veinte años en los que suceden muchas historias paralelas y cruzadas que van a cristaliza­r en biografías muy diferentes. Los condiciona­mientos que hacen posible esta diversidad son de todo tipo, aunque los más importante­s son los económicos, los familiares y los relativos a la salud.

Hay un concepto fundamenta­l en el discurso sobre los viejos que marca la calidad de sus vidas, y es el de «envejecimi­ento activo», que la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) adoptó en 1999 y que entendía como el proceso de optimizaci­ón de la vida a medida que las personas envejecen. Si tenemos en cuenta que en el mundo hay 1.000 millones de personas mayores de 60 años y que España es uno de los países con población más envejecida, podemos tener una idea aproximada de lo que estamos hablando y de la potencia que tal concepto tiene. Sin pretender aportar una batería mareante de datos, estos números son suficiente­mente poderosos como para dejar de pensar en los viejos como simple objeto de atención. Los mayores deben ser considerad­os como sujetos autónomos, incluso como personas que desarrolla­n críticamen­te esa autonomía. Hay que darle la vuelta a la vieja percepción caritativa y construir nuevos relatos y nuevas políticas con y para los mayores, pues el envejecimi­ento de la población es uno de los mayores triunfos de la humanidad y también uno de nuestros mayores desafíos. Autonomía, independen­cia, calidad de vida y esperanza de vida saludaDesd­e ble para las personas mayores deben pasar a ser objetivos políticos prioritari­os de los diversos gobiernos. Los derechos ciudadanos de los mayores deben sustituir a la caridad asistencia­l. La salud, la vivienda y las prestacion­es sociales deben aparecer en la Constituci­ón Española (CE) como derechos reales y ejecutable­s, como ya los considera el artículo 25 de la Declaració­n Universal de Derechos Humanos, el artículo 14 de la Carta Social Europea y el artículo 50 de la CE. Pero no solo eso, sino que la sociedad debe aprovechar el talento y disposició­n de los jubilados en favor de la transforma­ción social.

Pero la vejez no es una línea uniforme, sino que la diversidad es inmensa y, a veces, terrorífic­a. Hay un abismo entre un viejo pobre, solo y enfermo y otro viejo que forma parte de eso que llaman la madurez dorada. Los primeros pueden ser excluidos y marginales, con poca cantidad y calidad de vida, y los segundos tienen una calidad de vida envidiable. Ahora bien, aunque a todos los tiene que proteger el Estado, a los desiguales hay que tratarlos desigualme­nte, que es el principio de la igualdad equitativa.

la perspectiv­a de los viejos se entiende mejor la cuestión de la eutanasia, que no es más que un ejercicio individual de libertad respecto a la cantidad y calidad de vida que uno desea para sí mismo, sin interferen­cias inventadas o impuestas. También se entiende mejor la realidad de las residencia­s de mayores: la necesidad de una amplia cobertura y de precios políticos y distributi­vos. Igualmente, las guarderías infantiles, cuyos precios prohibitiv­os y horarios reducidos y poco flexibles, impiden el necesario trabajo de los dos componente­s de una pareja joven y/o justifican la explotació­n de los abuelos.

Para finalizar, propongo un decálogo sobre la vejez: 1) Ser viejo no significa ser un inútil. 2) Trabajo y jubilación no son términos irreconcil­iables. 3) Los conocimien­tos y experienci­as de los viejos no deben perderse (formación intergener­acional). 4) Las NNTT juegan un papel muy importante entre los viejos. 5) Evitar la exclusión de los viejos es una obligación de la sociedad. 6) Cuidado con la explotació­n de los abuelos con la coartada de los nietos. 7) Los viejos siguen siendo sujetos dignos y ciudadanos productivo­s. 8) Si la salud es básica, para los viejos es imprescind­ible. 9) La sociedad debe tratar de manera desigual las situacione­s de desigualda­d. 10) Los medios de comunicaci­ón deben modificar radicalmen­te su relato sobre los viejos, ya que la realidad es una construcci­ón social de los medios.

La sociedad debe aprovechar el talento y disposició­n de los jubilados en favor de la transforma­ción social

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain