Abascal logra un cierre total de filas en torno a su figura como líder de Vox
La asamblea general ➲ blinda la presidencia del máximo dirigente por cuatro años más Las europeas son la ➲ gran esperanza para el partido ultra en el ciclo electoral que empieza
La escenificación de apoyo hacia Santiago Abascal en la asamblea general extraordinaria de Vox de ayer fue total. El líder del partido se blinda como presidente los próximos cuatro años a las puertas de un ciclo electoral complicado. Sobre todo, en Galicia y País Vasco. Las elecciones europeas son la gran esperanza para el partido ultra, como demostró el propio Abascal con referencias constantes a países como Italia, Hungría, Francia, Holanda, Argentina o EEUU, donde sus partidos homólogos han llegado al Gobierno, mejorado sus resultados o pueden volver a ganar.
La cúpula ultraconservadora lleva semanas haciendo esfuerzos por negar cualquier atisbo de crisis interna. Tanto Abascal como la portavoz parlamentaria, Pepa Millán, o algunos de sus dirigentes autonómicos señalaron insistentemente a la prensa y acusaron a los medios de atacar a su partido, alineados con otras formaciones políticas y élites económicas y mediáticas que, literalmente, dijo, «se mueren por matar a Vox». El mensaje de fondo, a los afiliados y a los cuadros, era muy claro: aguantar. Por eso Abascal dijo tantas veces que Vox «ni está en declive», ni está
en horas bajas, sino que «es parte del futuro». Se valió de ejemplos internacionales, especialmente la italiana Giorgia Meloni y el argentino Javier Milei, para decir que en España también es posible.
Ante el inminente arranque del ciclo electoral, el líder de Vox hizo un llamamiento expreso a los abstencionistas, convencido de que si un porcentaje pequeño de los que se quedan en casa van a votar, su partido podría alcanzar el 5% del voto y entrar en el Parlamento gallego por primera vez. Lo que pretendía el dirigente era frenar la estrategia del PP, que lleva días asegurando que la mayoría absoluta de Alfonso Rueda está en riesgo y podría gobernar la izquierda.
El cónclave que tuvo lugar en
Madrid (y que dista mucho en asistentes y ambiente de otros grandes actos que el partido ha celebrado en los últimos años) estaba previsto para marzo. Se adelantó, según explicaron en la cúpula, para no interferir en el periodo electoral. Pero también ha servido para blindar la figura de Abascal y nombrar a un nuevo comité ejecutivo donde todo el poder reside en el presidente.
/ NOMBRES DESTACADOS Entre los nombres más destacados de esta nueva dirección está el único vicepresidente, el portavoz en el Parlament catalán, Ignacio Garriga. Algunas voces advierten de que es el dirigente que más peso gana mientras que otras se reafirman en que es un hombre de la total lealtad de Abascal y que, por tanto, es el máximo dirigente el que pasa a tener un mayor control.
Después de las críticas públicas del diputado y candidato a la alcaldía madrileña, Javier Ortega Smith, al que muchos situaron como el único capaz de competir con Abascal, el líder nacional decidió mantenerlo en la ejecutiva. Eso sí, como vocal. Ortega Smith lamentó sin matices marchas del partido como la de Iván Espinosa de los Monteros, y mostró una distancia notable con el líder, teniendo en cuenta que durante tantos años fue su mano derecha. También se mantiene como vocal el eurodiputado Jorge Buxadé, que deja de ser el portavoz de la ejecutiva.