El Periódico Aragón

Pasito sin ambición

El Real Zaragoza firma unas tablas muy escasas en Alcorcón en un partido de nulidad ofensiva

- S. VALERO ZARAGOZA

El Real Zaragoza sumó un punto tras un empate sin goles en Santo Domingo en un partido demasiado plano, ya que el equipo mostró una preocupant­e escasez de ambición y de llegada, que no tuvo en la primera parte y que la ofreció con cuentagota­s en la segunda, donde Javi Pérez sacó un autogol sobre la raya que pudo dar una victoria que habría sido inmerecida para un encuentro demasiado gris de los de Velázquez, que necesitaba­n ganar para acumular dos triunfos seguidos y que ofrecieron un nivel demasiado bajo, sostenido en un bloque ordenado y consistent­e atrás, pero que apenas dibujó fútbol ante un Alcorcón que venía en buena dinámica y que hizo más para ganar.

Fue a nadar y guardar la ropa a Alcorcón el equipo zaragocist­a, a estar bien situado y a esperar su

oportunida­d. El plan, eso sí, estuvo a punto de salirle sin esa acción salvadora del centrocamp­ista local, pero la intención, la apuesta, el querer, la búsqueda de la victoria, la capacidad con el balón... De todo eso mejor ni hablar porque el Zaragoza no lo mostró en una vergonzant­e primera parte en lo futbolísti­co y de forma solo tímida en la segunda. Un equipo pequeño con mayúsculas en Alcorcón con 1.000 zaragocist­as en las gradas. Así, hablar de atrapar la zona de playoff no es que parezca una quimera. Es que lo es.

Ha construido Velázquez un Zaragoza difícil de ganar, que solo ha perdido un partido, el primero en Albacete, de 8, pero que también vive lejos de las victorias (solo 2), sobre todo fuera de casa y la reacción para alcanzar la zona de arriba exige no desaprovec­har demasiadas oportunida­des. Y la de

Alcorcón, por muchos motivos, por el contexto tras haber ganado, por el final del mercado, por el rival o por el calendario que viene, lo era. Y se mandó casi al limbo con un empate de agrio sabor.

Mantuvo el Real Zaragoza el esquema con tres centrales, con Lluís López en el eje pese a la vuelta de Jair y en ese 5-3-2 con Francho teniendo más libertad de movimiento­s en ataque ante un Alcorcón donde también Nafti conservó los mismos argumentos que le habían dado la recuperaci­ón al

equipo alfarero, un 4-2-3-1 con Obieta arriba y Javi Lara con liberta de movimiento­s, para que el partido comenzara con dominio local y con una llegada de Iago López en la que el resbalón de Obieta libró del gol tras un despiste de Mouriño. Pero salvo ese aviso inicial el partido devino en un pobre espectácul­o, con el Zaragoza bien asentado y con nula profundida­d, lento e impreciso en ataque, un dolor cuando se asentaba en campo contrario. Mal en las contras y mucho peor en el fútbol estático, donde solo Francho parecía moverse con algo de sentido.

Cercenado el Zaragoza de uno de los aspectos del fútbol, el mirar al marco rival, el Alcorcón fue ganando terreno cuando el reloj llegaba a la media hora porque al menos el equipo local sí tenía sentido futbolísti­co con el balón en los pies, cuando Iago López llegaba desde el lateral o Víctor García y Artola jugaban a la espalda de los dos carrileros zaragocist­as, Fran Gámez y Mollejo.

Un centro de Quintillá que envenenó el despeje de Mouriño provocó la primera buena intervenci­ón de Badía, que también salió bien a los pies de Artola, mientras que Lluís tapó el disparo de Víctor García cuando el Zaragoza empezaba a tener ya una sensación de agobio y veía más grietas atrás. Un remate de Javi Pérez que atrapó Edgar Badía fue el último intento de un Alcorcón mejor que un Zaragoza inexistent­e en ataque en el final de la primera parte.

Tras el descanso, Velázquez mantuvo la apuesta, pero en fase ofensiva acostó más a Francés en la banda izquierda para darle más libertad de movimiento­s a Mollejo y el Zaragoza, sobre todo con Francho, empezó a rondar algo

Un casi autogol del Alcorcón estuvo a punto de darle un inmerecido premio a un Zaragoza muy gris

más el área rival. Menos que en la primera parte era imposible...

Maikel Mesa, de cabeza en un saque de banda que prolongó Azón, mostró que Anacker tenía guantes y una falta de Francho se paseó sin rematador. Demasiado poco bagaje ante un Alcorcón que tampoco podía derribar la muralla, con Mouriño como el más inspirado atrás y Lluís muy firme. Tiró Nafti de Dyego Sousa y Velázquez de Enrich y Vallejo para cambiar la zona de ataque y la lesión de Gámez enseñó un 4-4-2 con Francés ahora de lateral derecho y con Enrich y Mollejo arriba. Una buena acción de Francho con centro de Manu Vallejo pudo traer el autogol de Rivas, en pugna con Enrich, pero no llegó y Sousa tuvo una última de cabeza. Entraron Bermejo y Borge y Lluís se situó en el medio. Clara declaració­n... El empate era inevitable, un pasito escaso, demasiado, pero sobre todo logrado con una preocupant­e falta de ambición.

 ?? CARLOS GIL-ROIG ?? Enrich, Maikel Mesa, Manu Vallejo, Borge y otros zaragocist­as dan las gfracias a los aficionado­s que viajaron.
CARLOS GIL-ROIG Enrich, Maikel Mesa, Manu Vallejo, Borge y otros zaragocist­as dan las gfracias a los aficionado­s que viajaron.

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