Julio Velázquez, el punto de Alcorcón, el fútbol y el antifútbol
Alas 16.15 horas del sábado 27 de enero estaba programado en Alcorcón un partido de fútbol entre el equipo local y el Real Zaragoza. No lo pareció durante toda la primera parte, repleta de balones en vuelo, patadas a seguir, imprecisiones, malas entregas en pases sencillos, un balón descontrolado y con bote alto, cargas, choques, pérdidas, recuperaciones, más pérdidas, más recuperaciones y otra vez más pérdidas. Un partido de antifútbol, lleno de errores en el que el Real Zaragoza no tiró ni a puerta ni fuera de ella en los primeros 45 minutos.
En la recta final de este periodo, el Alcorcón tuvo mejores intenciones y, con sus armas, que las conoce bien, cargó el área visitante con constantes centros laterales y algunos córners nacidos de su presión. Edgar Badía salvó sobre la línea un remate de cabeza de Mouriño hacia la portería propia. Eso fue en el minuto 32. En el 44 atajó con seguridad un disparo desde fuera del área. Así concluyó una primera mitad horrorosa.
Julio Velázquez había apostado por la misma disposición táctica de siempre, con Lluís López conservando el sitio en el medio de los tres centrales y Jaume Grau por el sancionado Toni Moya. La mantuvo hasta que se lesionó Gámez y reestructuró la línea de atrás con una defensa de cuatro con Lecoeuche de lateral izquierdo y Francés, en el derecho. Mollejo pasó del carril a la delantera.
En la segunda parte, el Real Zaragoza mejoró algo, tuvo otra ligera intención y merodeó alguna vez aislada el área del Alcorcón, aunque con muy pocas ocasiones verdaderas, sobre todo una que salvó la defensa local sobre la línea cuando el balón se colaba tras un barullo con Enrich y el indescifrable Anacker por el medio. Así acabó un encuentro en el que el equipo de Julio Velázquez sumó un punto y se dejó dos que ya nunca volverán. Suma siete partidos seguidos sin perder (11 sumados de 21 posibles), pero no termina de arrancar, especialmente como visitante, donde encadena ocho encuentros sin ganar. Para jugar el playoff o pelear por el ascenso de verdad, no solo de palabra, el Real Zaragoza necesitará en muchos partidos fuera de casa bastante menos antifútbol y más fútbol. Una marcha más, quizá otro planteamiento y muchísima más ambición.