La magia de Zubin Mehta deslumbra en el Auditorio
El indio dirige a la Filarmónica de Múnich con un programa dedicado a Brahms en la sala Mozart ▶
NEl director regresó a Zaragoza, que le concedió la Medalla de Plata de la ciudad en el año 2006
o hubo sorpresas. La irrupción de Zubin Mehta en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza fue recibida con una gran ovación por el público que llenaba la sala (alrededor de 2.000 personas) para una de las citas más esperadas de la Temporada de Grandes Conciertos. Y es que, además, si por sí sola su presencia ya crea expectación (no hay que obviar que estamos ante uno de los mejores directores de orquesta del mundo), la cancelación del concierto que iba a dirigir hace un año en el mismo lugar por una enfermedad e incluso el anuncio ficticio de su fallecimiento hace unos meses, había llenado de aura y magia la cita de anoche.
El virtuoso y expresivo Zubin Mehta, de 87 años de edad (que no parecen causarle mella si nos atenemos a sus dos conciertos dados hasta ahora en España, el domingo en Barcelona y ayer en Zaragoza), llegó con la Filarmónica de Múnich con una apuesta íntegra por Brahms.
La noche se abrió con un robusto y lleno de matices Concierto para piano número 2 en Si bemol Mayor que contó con otro gran nombre de la música, Yefim Bronfman al piano y ya sirvió para colocar al público zaragozano en otro nivel de percepción. La magia de la suavidad de las notas sobrevolaba la sala y solo tras la conclusión de la pieza, el ruido, en forma de ovación volvió a ser protagonista en la sala Mozart.
Pero todavía quedaba más noche. A continuación, Zubin Mehta levantó su batuta para encarar la anunciada en los programas Sinfonía número 2 en Re Mayor, también de Brahms. No había ninguna duda pero por si lo había, el director y la Filarmónica de Múnich se mostraron plenamente integrados y volvieron a mostrar una de sus mejores caras en lo que era el regreso de Zubin Mehta a una ciudad con la que tiene una relación muy especial y, sobre todo, a un Auditorio del que solo ha hablado maravillas a lo largo de su carrera. Suya es la frase que se ha repetido hasta la saciedad de que
la sala Mozart cuenta con una de las mejores acústicas del mundo. Es más, su primer contacto en el Auditorio fue en 1997 con la Orquesta del Maggio Musicale Fiorentino. Además, en 2006, Zaragoza, con Juan Alberto Belloch (presente ayer en el concierto), le concedió
la Medalla de Plata de la ciudad, y el año de la Expo, en 2008 formó parte de la programación especial del Auditorio con motivo de la celebración.
La Temporada de Grandes Conciertos del Auditorio regresará el próximo 17 de febrero con la Orquesta Sinfónica Nacional
de Washington DC dirigida por Gianandrea Noseda y con Hilary Hahn como violín solista.
La misma interpretará un programa que incluye el Concierto para orquesta, de Simon; Concierto para violín, op. 35, de Korngold; y la Sinfonía núm. 5 en
de Shostakovich.