El ‘no’ de los posconvergentes complica los Presupuestos
El PSOE asume ➲ que la negociación de las cuentas públicas sufrirá un retraso
El Gobierno resta dramatismo al freno que Junts impuso ayer a la amnistía. La ley para dar carpetazo judicial al procés sigue viva. Su aprobación solo se ha retrasado entre 15 días y un mes, insisten distintas fuentes del Ejecutivo, que aseguran que la norma saldrá adelante porque los posconvergentes cambiarán de actitud y no pondrán en riesgo su entrada en vigor. Pero los colaboradores de Pedro Sánchez sí admiten que el partido de Carles Puigdemont, con su voto en contra de la iniciativa porque consideraba que no blindaba lo suficiente a los dirigentes independentistas frente a la ofensiva de algunos jueces, complica la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, cuya negociación se verá probablemente retrasada, y también empaña el discurso del PSOE ante las elecciones gallegas.
A diferencia de lo que ocurrió con la reciente votación de los reales decretos, que se salvaron en el último minuto gracias a las contrapartidas que el Gobierno ofreció a Junts, los socialistas tuvieron claro durante toda la jornada que la ley de amnistía no iba a salir esta vez adelante. Hubo algún contacto con los posconvergentes por parte del ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, pero fueron muy superficiales. El margen de negociación era escaso.
Minutos después de la votación, Bolaños salió al patio del Congreso para transmitir dos mensajes muy claros: ni la legislatura ni la apuesta del Ejecutivo por la amnistía corren peligro. «Estamos haciendo lo correcto: garantizar la convivencia. Es una apuesta por la que vamos a seguir trabajando. Es absolutamente incomprensible que los diputados de Junts hayan votado de la mano del PP y Vox en contra de una ley que habían pactado. Les pido que reconsideren su posición y voten la amnistía tal y como está», dijo, en la primera crítica al partido de Puigdemont por parte del Gobierno desde las elecciones generales del 23 de julio. Pero el mandato de Sánchez no flaquea, según el ministro. «Nos quedan tres años y medio de legislatura trabajando por la agenda social: derechos, empleo y convivencia», concluyó.
Pero el alcance de la legislatura depende en buena medida de la aprobación de los Presupuestos. El Gobierno ya había asumido el retraso en su presentación hasta
cerrar antes un «preacuerdo» con Junts: el compromiso previo de que, al menos, los posconvergentes rechazarían las enmiendas a la totalidad para facilitar su tramitación, y evitar de este modo otra negociación al límite. Aunque la amnistía y las cuentas públicas se negocian en dos mesas distintas, los cálculos del Ejecutivo pasaban por llevar el proyecto al Congreso dentro un mes y aprobarlo definitivamente en abril, después de que entrase en vigor de la medida de gracia. Un calendario que ahora se ve modificado. Los tiempos se dilatan y las posibilidades de llegar a un acuerdo de Presupuestos se alejan si antes no está aprobada la amnistía.
En Moncloa evitan hablar de un nuevo retraso en la presentación de las cuentas públicas, pero se asume que el desacuerdo en la ley de amnistía complica su tramitación. Se trata de un revés en las relaciones entre ambos partidos del que dan cuenta el tono utilizado por el titular de Presidencia y Justicia. Otras fuentes de la cúpula de Hacienda prefieren ser cautas hasta ver «cómo respiran» en Junts.
Bolaños niega que ➲ la apuesta por la amnistía y el Gobierno corran peligro
El calendario se ve modificado: no habrá cuentas en abril y los tiempos se dilatan
/ DIFERENCIAS INSALVABLES Ayer apenas hubo conversaciones entre el PSOE y Junts, tras haber constatado el día antes unas diferencias casi insalvables sobre unas enmiendas que según los socialistas pondrían en riesgo la amnistía ante el TC. Un ministro del núcleo más cercano a Sánchez negaba que la legislatura esté en riesgo porque su duración depende del presidente, «y el jefe tira». Incluso aseguraba que los Presupuestos se pueden prorrogar para restar peso a lo que haga Junts.