El Periódico Aragón

Condenado un indigente por propinar un puñetazo a su pareja

- A. T. B.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado insisten en la importanci­a de la colaboraci­ón ciudadana a la hora de evitar episodios delictivos y esclarecer investigac­iones. Bien conocedor de ello era un zaragozano que el pasado verano circulaba a bordo de su vehículo por la calle Unceta cuando vio cómo un varón discutía con una mujer en plena calle hasta el punto de propinarle un puñetazo. No dudó en descolgar el teléfono para dar la voz de alarma ante el 091, que comisionó hasta allí a una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana. Ayer, A. M. (Rumanía, 1974) reconoció los hechos ante el Juzgado de lo Penal número 9 de Zaragoza y aceptó una condena de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad como autor de un delito de malos tratos en el ámbito de la violencia de género.

Estos fueron los términos del acuerdo alcanzado entre el ministerio fiscal y la defensa ejercida por Carmen Sánchez Herrera, que también incluye un año de privación del derecho de la tenencia y porte de armas y ocho

Reconoció los hechos y aceptó una pena de trabajos comunitari­os

meses de orden de alejamient­o. La sentencia, que fue dictada in voce, es firme al señalar las partes que no la recurrirán a la Audiencia Provincial de Zaragoza. Inicialmen­te, la Fiscalía solicitaba una pena de un año de cárcel y una orden de alejamient­o de 200 metros durante dos años.

Los hechos referidos se remontan a la última hora de la tarde del 23 de junio del año pasado, en torno a las 20.00 horas. Este rumano, al que es habitual verle pidiendo dinero en varias calles del centro de la capital aragonesa, inició una discusión con su pareja en la calle Unceta y le propinó un puñetazo. De ello fue testigo el conductor de un vehículo que justo cruzaba la citada vía. No dudó en apearse del turismo para tratar de frenar la agresión, aunque la respuesta de A. M. fue coger una silla de la terraza de un bar próximo con intención de lanzársela a su pareja.

La cara de este rumano de 49 años no es desconocid­a para las autoridade­s policiales porque ya fue condenado en 2018 como autor de un delito de lesiones y otro de maltrato familiar. También suma una detención por abuso sexual en 2015.

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