«Quedé sin visión en un ojo al instante»
Francisco López, de Mazarrón (Murcia), de 70 años, perdió la visión de un ojo por Ala Octa. «Una injusticia», resume. En 2014, Paco, que era mecánico de automóviles, tuvo un desprendimiento de retina en el ojo derecho. En el hospital Santa Lucía de Cartagena le intervinieron. «Ahí es donde me pusieron el producto contaminado, que destruye totalmente el nervio óptico y no tiene solución. Además, fue instantáneo», recuerda Paco. Cuando los médicos le destaparon el ojo derecho, le preguntaron si veía y él contestó que nada. «Ese ojo quedó con cero visión», explica. «Estuvimos durante casi un año echando viajes. Decían [los médicos] que no sabían lo que pasaba. Nadie sabía nada. Me fui a Barcelona, al Instituto de Microcirugía Ocular, a ver si conocían algo del producto y tampoco», añade.
Puso el asunto en manos de un abogado de El Defensor del Paciente, Ignacio Martínez, tras enterarse de lo sucedido a través de la prensa porque, ya entonces, se supo que en el País Vasco había más de 10 afectados por ceguera derivada de Ala Octa.
La demanda se presentó, explican desde el despacho del abogado, el 18 de abril 2018. «Pasó un año y otro y hace dos años, se celebró el juicio con una sentencia estimatoria de lo que se pedía en la demanda (150.000 euros) más intereses y costas. Ahora ha habido un recurso y estamos en la Audiencia Provincial de Murcia para resolverlo. Porque los alemanes pagar no tienen intención de pagar. Llevamos 10 años dando vueltas y no sé lo que queda, o si se acabará alguna vez», se lamenta.