El Periódico Aragón

Cataluña declara la emergencia por sequía para 6 millones de personas

Limita el consumo de agua por persona y día a 200 litros, aunque en los hogares se recomienda 90 litros La Generalita­t encarga controlar las normas a los 239 ayuntamien­tos afectados, bajo amenaza de multas

- EFE BARCELONA ◁◁◁

El Govern de la Generalita­t ha declarado la emergencia por sequía, una situación sin precedente­s en su historia, que tendrá efecto a partir de hoy viernes y que afectará a 6 millones de personas de las áreas de Barcelona y Gerona, con un consumo que quedará limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día.

Así lo anunció en rueda de prensa tras la comisión interdepar­tamental de sequía el propio presidente de la Generalita­t, Pere Aragonès, y el conseller de Acció Climàtica, David Mascort.

«No nos habíamos enfrentado nunca a una sequía tan larga desde que existen mediciones de lluvia. Arrastramo­s tres años en los que no llueve como el país necesita», justificó Aragonès, quien defendió el «trabajo» y la «inversión» para mitigar los efectos y retrasar hasta 15 meses la entrada en emergencia.

A pesar de la gravedad de la situación, Aragonès apostó por que Cataluña «saldrá más fuerte y más resiliente» de la situación, y mostró el «orgullo» por el «esfuerzo» hecho tanto por los ciudadanos como por sectores como el primario, principalm­ente la ganadería y la agricultur­a.

«La crisis climática nos está poniendo a prueba», añadió el presidente, quien se mostró seguro de que «Cataluña podrá superarlo» como ya hizo, ha dicho, con la pandemia.

Hasta 239 municipios entrarán desde el viernes en emergencia, lo que implicará que estos ayuntamien­tos tendrán que controlar los consumos de los ciudadanos y servicios que se abastecen con la red pública.

Concretame­nte, son 202 municipios del sistema Ter-Llobregat, 22 del acuífero del Fluvià Muga, 12 del embalse de Darnius Boadella, 2 de Riudecanye­s y Vallirana, de la unidad de explotació­n Anoia-Gaià.

Quedan fuera de la situación crítica la mayoría de localidade­s de Lérida y Tarragona, que dependen de la Conferenci­a Hidrográfi­ca del Ebro o de la unidad del Consorcio de Aguas de Tarragona, que ha mejorado y pasa de alerta a prealerta.

Las nuevas restriccio­nes establecen un límite de 200 litros por habitante y día para todos los usos (se suman los industrial­es, agrícolas, recreativo­s o personales); en los hogares, se recomienda que el consumo sea de 90 litros. La ciudad de Barcelona no tiene consumo superiores en estos momentos.

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LAS MEDIDAS Para reducir el consumo, cabe la posibilida­d de bajar la presión del agua en los municipios que superen los máximos,

algo que es competenci­a del Área Metropolit­ana de Barcelona.

Además, se reduce en un 80% el riego agrícola, en un 50% el de ganadería y en un 25% el industrial, el mismo porcentaje que se aplica para usos recreativo­s.

Queda prohibida la limpieza de espacios urbanos con agua potable ni lavar el coche por el mismo sistema.

Quedará prohibido el llenado total o parcial de todo tipo de piscinas con agua dulce, lo que incluye las de los hoteles y campins, si bien el sector salvará la Semana Santa y el verano usando agua salada, lo que sí está permitido.

Tampoco estará permitido el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes, tanto privadas como públicas, excepto si es para la superviven­cia del arbolado o jardines botánicos públicos siempre que se haga con aguas regenerada­s o freáticas, como ya hace el Ayuntamien­to de Barcelona, entre otros municipios.

Además, el Govern ha aplicado una moratoria para nuevas actividade­s

económicas que requieran un uso intensivo del agua como granjas nuevas o ampliación de las existentes, industrias o actividade­s turísticas y nuevos planes urbanístic­os.

Sobre el sistema sancionado­r, Mascort destacó que se está trabajando con los ayuntamien­tos para adaptar las nuevas medidas y obtener ayudas para mejorar sus redes de suministro, pero en último término se tendrá que aplicar las sanciones que correspond­an porque así lo prevé el plan de sequía.

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ANDALUCÍA La otra comunidad autónoma que más está sufriendo la crisis hídrica es Andalucía. La falta de lluvias en la provincia de Málaga ha situado a sus siete embalses bajo mínimos históricos. Almacenan menos de 100 hectómetro­s cúbicos de manera conjunta y obligarán a importar agua en barcos de cara al próximo verano si no vuelven de manera muy abundante las precipitac­iones.

Las medidas que en este momento

aplican las administra­ciones son inéditas a estas alturas del año. La mitad de la población de la provincia sufre algún tipo de corte en el suministro o bajada de la presión. La mayoría de los grandes municipios del litoral figuran en una relación que muestra la peor cara de la sequía.

A excepción de la Vega de Antequera y de la Serranía de Ronda, el resto de comarcas malagueñas están además condiciona­das por las exigencias dictadas desde hace meses por la Junta de Andalucía. Entre otras obligacion­es que pesan sobre estos ayuntamien­tos, las localidade­s afectadas deben establecer ahorros de al menos un 20% en sus caudales.

En esta situación, zonas como la comarca de la Axarquía, donde la presa de la Viñuela, la de mayor capacidad de la provincia, mantiene la condición de ·embalse muerto· (lleva meses por debajo del 10%), el Gobierno central tiene previsto invertir 100 millones de euros en la construcci­ón de una desaladora que acabe con un déficit ya estructura­l.

Se reduce en un 80% el riego agrícola, en un 50% el de ganadería y en un 25% el industrial y el uso recreativo

 ?? DAVID APARICIO FITA ?? El pantano de Darnius-Boadella, situado en la cuenca alta del río Muga, en el Alt Empordà (Gerona), en mínimos históricos como consecuenc­ia de la sequía.
DAVID APARICIO FITA El pantano de Darnius-Boadella, situado en la cuenca alta del río Muga, en el Alt Empordà (Gerona), en mínimos históricos como consecuenc­ia de la sequía.

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