Podemos unge a Irene Montero candidata a las europeas
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ungió ayer a Irene Montero como candidata oficial del partido a las elecciones europeas, tras obtener un 85% de los votos en unas primarias marcadas por la baja participación, con 36.054 votos emitidos pese a que la exministra es a día de hoy el perfil más reconocido de las filas moradas.
Belarra no dudó en «celebrar» su elección, en línea con la apuesta del partido de vertebrar toda su estrategia en los comicios comunitarios del 9 de junio, con Irene Montero como gran símbolo de la formación. «Gracias por asumir este reto para poner de nuevo en pie a la izquierda transformadora de este país», aseguró en su intervención inicial.
Belarra proclamó su victoria al comienzo de la reunión del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección de Podemos, donde también confirmó la elección de todos los candidatos oficialistas en las direcciones autonómicas de Comunidad de Madrid
Belarra denuncia la «dictadura judicial» del juez García Castellón
(Isa Serra), Comunidad Valenciana (María Teresa Pérez), Región de Murcia (Javier Sánchez), Cataluña (Conchi Abellán), Canarias (Noemí Santana), Aragón (Marta de Santos) y Asturias ( Dego Ruiz de la Peña). Unos resultados que suponen de facto el blindaje oficial de la cúpula, que ostenta ahora el control total de todas sus federaciones, con sus cuatro portavoces liderando los partidos en sus territorios.
En el mismo acto, Podemos endureció su discurso contra los jueces y retó a Pedro Sánchez a elegir entre «la mayoría democrática o la dictadura judicial», un término que atribuyó directamente al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, tras el revés que sufrió el martes la ley de amnistía y las actuaciones judiciales de los últimos días.
Señaló que esta semana el Ejecutivo «ha exhibido una debilidad extrema en un momento en que la derecha se está rearmando en torno a la amnistía» tras «perder una votación clave». «Tenemos un Gobierno donde solo manda el PSOE, sin brújula ideológica ninguna», reprochó Belarra.