Feijóo acusa a Sánchez de querer exportar el ‘procés’ a Galicia
«No necesitamos un Puigdemont con otro nombre», afirma ante una posible presidencia del BNG Perder la mayoría absoluta en la comunidad podría abrir una crisis en el liderazgo del PP
Galicia no necesita más gobernantes como Sánchez. No necesita a un Puigdemont con otro nombre». Con este argumento, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer el voto para su sucesor en la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en el primer fin de semana de la campaña electoral gallega. Así los populares, que consiguieron llenar con cerca de 10.000 personas la plaza de toros de Pontevedra, acusaron a los socialistas de estar dispuestos a replicar una especie de procés en Galicia, dando la presidencia al BNG si el PP pierde la mayoría.
«Menos egoísmo y más generosidad, menos frivolidad y posturitas y más responsabilidad, menos soberanismo y más autonomismo, menos fractura y más juntos, menos Sánchez y más Rueda», afirmó Feijóo, que compartió escenario con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. Un Rajoy que se pronunció en unos términos muy similares a Feijóo, asegurando que los gallegos no quieren que les «gobierne Puigdemont y Otegi». En este sentido, pidió que no ganen «los que dan indultos», «los amigos de Putin» o «los que blanquean a ETA», y lanzó duras críticas contra la ley de amnistía.
Lo hizo unas horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechara la campaña para cargar contra sus antecesores en el Ejecutivo central –y, concretamente, contra el también gallego Mariano Rajoy–, a quien acusó de ser el responsable de la «crisis territorial más grave» que ha vivido España con su «irresponsabilidad». Una acusación
que el expresidente respondió achacando al PSOE que quiera convertir «en buenos» los que «violaron la Constitución» y en «malos», tanto al Gobierno «que aplicó el 155» como a los «jueces».
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ELECCIONES CLAVE También sobre la ley de amnistía se pronunció Feijóo, que la consideró un «pago de la legislatura» y un «privilegio para unos pocos». En este sentido, aseguró que el actual Gobierno es un «bochorno para Europa» y les acusó de querer «suplantar a los jueces». Todo ello, la misma semana que el voto contrario de Junts a la amnistía se vio como una pequeña esperanza para los de Feijóo. Sin embargo, socialistas y posconvergentes parecen haber enderezado ya los cauces de la negociación, y el mismo Sánchez alejó cualquier atisbo de adelanto electoral, asegurando que le quedan «1.260 días» de legislatura.
Así, con un posible cambio en el Gobierno que no parece estar cerca, las elecciones gallegas del 18 de febrero serán claves para el PP y, especialmente, para Alberto Núñez Feijóo. Por primera vez desde 2009, su nombre no se encontrará en las papeletas. Y, sin embargo, el actual líder del PP se juega mucho más en ellas que el propio candidato, Alfonso Rueda. Los resultados se leerán en clave nacional. Revalidar la mayoría absoluta consolidaría a Feijóo como líder de la oposición, mientras que perderla, podría abrir una nueva crisis en el liderazgo del PP.
Ante este escenario, el dirigente popular pidió aprovechar las próximas dos semanas para pelear cada voto y garantizarse cuatro años más al frente de la Xunta. «Se puede ganar, pero sin la suficiente mayoría para gobernar, creedme, que algo sé», advirtió Feijóo, que repitió una y otra vez durante su discurso que Galicia no se merece «el desgobierno» que considera que provoca Pedro Sánchez ni que el nacionalismo replique en su tierra «los problemas de fractura» que considera que ha provocado ya tanto en Euskadi o Cataluña.