La planta de Fraga, de 800 empleados, sigue creciendo
Becton Dickinson (BD) no es un desconocido en Aragón. Cuenta desde hace casi 40 años con una fábrica en Fraga, que se hizo muy visible a raíz la pandemia de coronavirus por ser una de las mayores productores mundiales de jeringuillas. La planta oscense ha seguido una senda de crecimiento en las últimos décadas y sus perspectivas de futuro son también halagüeñas por las sinergias que se van a generar con la nueva actividad de la factoría que la compañía ha instalado en Zaragoza.
Cuenta con una capacidad de producción de 6.000 millones de unidades al año (3.000 jeringas y 3.000 agujas). El 96% se destina a la exportación, principalmente Europa, África, Asia y Estados Unidos.
El origen de la fábrica fragatina está en el emprendedor zaragozano Manuel Jalón, conocido por ser el inventor de la fregona, pero también de la jeringuilla desechable. En 1979 se puso en marcha en la capital de Bajo Cinca la empresa Fabersanitas Industrial, que en 1986 fue adquirida por Becton Dickinson. Entonces, no ha parado de crecer y de los 70 empleos iniciales ha pasado de tener 800, siendo uno de los grandes motores económicos de esta comarca.
La plantilla cuenta con personal de 17 nacionalidades diferentes. El 67% de los empleados vive en Fraga, el 31% a menos de 30 kilómetros y solo un 2% en un perímetro mayor. En Fraga se fabrican dispositivos médicos estériles de un solo uso: jeringas, agujas hipodérmicas, agujas de seguridad y jeringas precargadas de suero salino. En la planta está integrada toda la cadena de suministro desde la recepción de la materia prima, fabricación, esterilización y envío directo a cliente.