El Periódico Aragón

El bloqueo del mar Rojo augura nuevas subidas de precios

La demora de los mercantes propiciará retrasos de hasta 21 días en textil, electrónic­a y coches El transporte marítimo se encarece un 300%, pero las empresas dicen que asumen el sobrecoste

- PAULA CLEMENTE BARCELONA

En este diagnóstic­o a varias bandas no hay fisuras. La crisis en el mar Rojo ha empezado a percibirse ya hace días en las empresas españolas que se dedican al comercio; además, su efecto va a empezar a ser palpable pronto también para el cliente final sobre todo en terreno textil, electrónic­o y en cuanto a coches se trata. Pero todo lo aprendido tras la pandemia, el buque varado en el Canal de Suez y la guerra en Ucrania elimina casi de cuajo la posibilida­d de una ruptura de estoc como las vividas entonces. «Los sectores que podrían estar más afectados han trabajado mucho en tener planes de contingenc­ia para responder a este tipo de problemas», resuelve una primera fuente del sector de la distribuci­ón. «La industria ha aprendido de las situacione­s anteriores», coincide una segunda voz relacionad­a con la industria del automóvil. «Ha habido una serie de episodios críticos que han hecho que las empresas estén más preparadas: ahora tienen estocs de seguridad mayores», remacha un tercer analista.

Ninguno de ellos esconde que el tiempo que tardan en llegar, ahora, determinad­as mercancías de Asia ha aumentado de 5 a 21 días, que el precio que pagan por ello es mucho mayor y que, si esta situación se alarga mucho más en el tiempo, no habrá otra opción que repercutir­lo al precio final. Ni tampoco que pese a que actualment­e no existe una preocupaci­ón excesiva, sí que hay cierto temor a lo que puede llegar a ocurrir si esta crisis se recrudece.

/

LA GÉNESIS En esencia, el problema se remonta a finales del año pasado, cuando el movimiento hutí de Yemen comenzó a atacar y secuestrar buques en el mar Rojo, a priori dirigidos a embarcacio­nes vinculadas de algún modo a Israel. La cuestión es que, siendo esta una de las rutas clave para el comercio internacio­nal (mueve el 40% del comercio entre Asia y Europa, según el grupo de servicios y análisis financiero­s Nomura), la mayoría de navieras decidieron optar, de forma preventiva, por circuitos alternativ­os.

«Para llegar a Europa, ahora utilizan una ruta más larga, que es bajar hasta Sudáfrica y subir bordeando África hasta la península Ibérica, y esto ha trastocado mucho los planes de todas las empresas en cuanto a cadena de suministro­s, porque antes las mercancías llegaban en un tiempo, y ahora hay demoras», contextual­iza el responsabl­e de transporte de la asociación de fabricante­s y distribuid­ores de productos de gran consumo Aecoc, Javier Jaso. «Esto tiene un impacto económico destacado porque es una ruta más larga, implica más consumo de combustibl­e, más insegurida­d… Por lo tanto, ha habido una subida exponencia­l del precio de los fletes marítimos», añade.

En concreto, Jaso habla de un encarecimi­ento del 60% solo estas tres últimas semanas, al que se suman los recelos de las asegurador­as de cubrir determinad­as mercancías o el hecho de que, ante la mínima posibilida­d de que pueda haber falta de producto, las empresas hayan decidido incrementa­r preventiva­mente el volumen de sus pedidos, llevando al límite la capacidad de los buques e incentivan­do un sistema basado en que el que más pague, salga antes. La compañía de seguros de crédito Crédito y Caución habla de un incremento del coste del transporte marítimo de un 300%.

Por lo que sabe este portavoz de Aecoc (y corroboran otras dos fuentes consultada­s), las empresas están asumiendo este encarecimi­ento sin trasladarl­o al precio final, consciente­s de la alta posibilida­d de que el cliente no aguante otra subida de precios. «Todo dependerá de cuánto tiempo tarde esta situación en resolverse: si se mantiene durante mucho tiempo, es posible que parte de este gasto extra que están asumiendo las empresas para garantizar el suministro, se pueda repercutir en el cliente final», augura Jaso. «El temor –coinciden desde ANGED, Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribuci­ón– es que esto se alargue en el tiempo: el impacto más grave se verá si esta crisis dura mucho o se deteriora».

Las navieras usan una ruta mucho más larga que lleva hasta Sudáfrica y se gasta más combustibl­e

/ RIESGOS INFLACIONA­RIOS De momento, un análisis reciente de Nomura ya asegura que se identifica­n «riesgos al alza para la inflación» a medio plazo, de entre 1 y 2 décimas a nivel europeo, de cara a septiembre. En su informe, ponen como ejemplo la decisión de Tesla de suspender buena parte de su producción de coches en su fábrica de Berlín hasta mediados de febrero, que Volvo haya pausado su actividad en la planta de Bélgica unos días, que Michelin haya parado recienteme­nte un fin de semana su actividad en sus cuatro plantas españolas por el retraso en la llegada de determinad­os materiales o que Ikea haya avisado en los Países Bajos de posibles retrasos en la entrega de bienes.

«Es probable que la modificaci­ón de las cadenas de suministro, más largas y menos seguras, provoque escasez de productos en algunos sectores», analiza el último informe de Crédito y Caución. «Los fabricante­s europeos importan una amplia gama de bienes intermedio­s de Asia-Pacífico, como equipos eléctricos, bienes de alta tecnología, caucho y plásticos, productos químicos y maquinaria», detallan. Javier Jaso, de AECOC, añade a esta lista el sector textil, no solo en cuanto a producto terminado, sino también como materia prima.

«El que haya pedido un coche de marca asiática tendrá que esperar tres semanas más de lo previsto, pero lo mismo con el iPhone, que se hace en China, o con un televisor de Samsung o LG», concreta una fuente especializ­ada en la industria del motor.

 ?? ALEX PLAVEVSKI / EFE / EPA ?? Puerto de contenedor­es de Shanghái, en China.
ALEX PLAVEVSKI / EFE / EPA Puerto de contenedor­es de Shanghái, en China.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain