La lucha anticáncer acelera para lograr el 70% de supervivencia
«Se requiere más inversión, pero se puede lograr», dice el presidente de la AECC, Ramón Reyes El 55% de los hombres y el 61% de las mujeres consiguen curarse o cronificar la enfermedad
La investigación contra el cáncer y la mayor implantación de los cribados han logrado que la supervivencia de los pacientes se haya duplicado en los últimos 40 años. Según los últimos balances, la supervivencia neta fue del 55,3% en hombres y de 61,7% en mujeres en el periodo 2008-2013, y ahora el objetivo de médicos y asociaciones de pacientes es que en 2030 la media ascienda al 70%. Es decir, que siete de cada diez personas diagnosticadas con algún tipo de cáncer logren curarse o que la enfermedad se cronifique. «Es un reto, pero lo intentaremos», explica el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), César A. Rodríguez, con motivo del Día del Cáncer, que se celebró ayer.
«España tiene oncólogos de primer nivel. Es el segundo país con más ensayos clínicos relacionados con esta enfermedad. Se requiere más inversión en investigación básica y un plan definido, pero se puede conseguir», apunta Ramón Reyes, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la entidad que en 2023 lanzó la meta del 70%, en el marco de la campaña Todos contra el cáncer, que busca fondos públicos y privados para lograr un objetivo que ya han alcanzado otros países europeos.
Se trata de un reto compartido pero «difícil de conseguir», apunta con más escepticismo el doctor Jaume Galceran, presidente de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). «El cáncer es un montón de enfermedades complejas, que afectan a la vida y la reproducción de las células y frenarlo es más complejo de lo que pensamos. Es importante ponerse metas cuantitativas, pero luego la realidad en 2030 será la que será», precisa el especialista.
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LOS DE PEOR PRONÓSTICO Efectivamente, el cáncer no es una única enfermedad y, en el caso de muchos tumores específicos, España ya ha superado la meta con creces. Por ejemplo, en hombres la supervivencia neta a los cinco años –que es el indicador que se utiliza para medir el éxito de los tratamientos actualmente empleados– en próstata es del 90% y en tiroides es del 86%. Y en mujeres, del 86% en mama; del 89% en melanoma cutáneo y del 93% en tiroides.
Pero hay otros cánceres mucho más resistentes y mortíferos, como el de páncreas, que prácticamente es una sentencia de muerte porque solo sobreviven el 7% de los hombres y el 10% de las mujeres a los cinco años. En cáncer de pulmón, pese a estar muy extendido debido al tabaco, solo sobreviven el 12% de los hombres y el 18% de las mujeres un lustro después del diagnóstico. Por último, hígado y esófago también se encuentran entre los tumores con peor pronóstico (13% de supervivencia en hombres y 16% en mujeres).
Por tanto, hay consenso en que la inversión en investigación debe priorizar estos cánceres más resistentes. «En una primera fase, los esfuerzos se centraron en los más comunes, como próstata, mama o colon. Había que poner toda la artillería en los más frecuentes. Pero ha llegado el momento de ocuparse de los otros, que son complejos y algunos, como el de pulmón, también muy prevalentes», indica el presidente de la AECC.
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EL ÉXITO DE LA INMUNOTERAPIA De hecho, la investigación en pulmón está logrando «resultados impensables hace unos años», según argumenta el doctor Rodríguez. Gracias a la inmunoterapia, que hace que el sistema inmune sepa reconocer y atacar las células cancerígenas y a las terapias dirigidas a dianas concretas, de las que se tienen conocimiento a través de análisis genéticos del tumor, «se está cambiando el pronóstico» y aumentando la supervivencia de los pacientes afectados. No se logra la curación pero sí que muchos enfermos cronifiquen la enfermedad.
En cáncer de páncreas, en cambio, «queda mucho por conocer de la biología del tumor y por recorrer en avances terapéuticos». «Es un reto y hay que centrar los esfuerzos en este tipo de tumores, o en los digestivos, que también tienen mal pronóstico. Y seguir encontrando mejoras en los cánceres más prevalentes, dado que la incidencia va a alza, no se puede descuidar ningún área terapéutica», apunta el presidente de SEOM.
/ AUMENTO DE LA INCIDENCIA La sociedad médica de oncología prevé que en 2024 haya 286.664 nuevos diagnósticos en España, lo que supone un incremento del 2,6% respecto a 2023. Y se estima que en 2040 la incidencia sea de 341.000 casos anuales.
El motivo de que cada vez haya más enfermos es el aumento de la población española, el envejecimiento (el 60% aparece en mayores de 60 años) y el estilo de vida ligado al tabaco, el alcohol, la contaminación, la obesidad o el sedentarismo. Por ejemplo, está bajando la incidencia de cáncer de pulmón y vejiga en hombres debido a que desciende el hábito tabáquico, pero en mujeres aumenta la incidencia de pulmón, que casi se ha triplicado desde 2003, precisamente porque cada vez hay más fumadoras.
De ahí que una de las reivindicaciones para esta legislatura de médicos y pacientes es que se endurezca la ley del tabaco, de forma que se amplíen los espacios libres de humo y se ponga coto a los vapeadores, que son la puerta de entrada al tabaco para muchos jóvenes.
La previsión para este año es de casi 286.000 nuevos casos, el 2,6% más que en el pasado 2023
/ DIAGNÓSTICO PRECOZ Otro de los propósitos para lograr el 70% de supervivencia es aumentar los cribados, porque un diagnóstico precoz favorece la curación o cronificación de la enfermedad. Los tres grandes programas de este tipo implantados en España sirven para detectar cáncer de mama, cuello uterino y colon. Los dos primeros están más asentados pero la participación en los test de sangre oculta en heces para detectar tumores en el colon no es tan alta como es esperable. Deberían participar todos los hombres de 50 a 70 años.
Y el siguiente programa que se prevé implementar es para detectar el cáncer de pulmón en población fumadora, pero aún está en fase de pruebas porque hay que definir bien a quien se realiza los cribados, con el fin de evitar un sobrediagnóstico que no aporte beneficio.