-B SFWPMVDJÒO EF $VFWBT
El nuevo base del Casademont fue de lo mejor del equipo frente al Breogán Hizo 9 = puntos, todos desde el triple, puso intensidad en defensa y se ganó la ovación de la grada
«Me defino como un jugador con energía y mucha confianza en mí mismo que intenta ayudar al equipo en defensa o en los contragolpes», se presentó Dídac Cuevas en la sala de prensa. Y pocas veces una exposición previa coincide tanto con lo que luego se ve en la pista como ha sucedido con el base catalán, que en menos de tres semanas se ha ganado a la afición del Príncipe Felipe. El sábado le despidió con una ovación, incluso con aficionados puestos en pie, porque su actuación había impulsado al Casademont frente al Breogán.
En sus dos primeros partidos de Liga ya había dejado muestras de su intensidad, dando otro nivel a la defensa, de valentía y de inteligencia en la toma de decisiones. También en Europa, donde en su estreno frente al Nymburk se llevó un tremendo golpe en el que se fracturó los huesos propios de la nariz. Cualquier otro hubiera esperado para volver a jugar. Él no. A los tres días estaba otra vez en la pista.
La máscara de Podoactiva con la que juega desde entonces le confiere ese aire de héroe enmascarado que alimenta con su actitud en la pista. Frente al Breogán fue un paso más allá. Sumó 9 puntos, todos ellos desde la línea de tres, donde tiene capacidad para anotar desde mucho más allá de los 6,75 metros. El primero de sus triples llegó en el segundo cuarto: presionó la salida de balón de Erik Quintela, se lo robó casi en la línea de fondo, se fue hasta la esquina y clavó un triple limpio.
Los dos siguientes llegaron de corrido al inicio del último cuarto, impulsando el equipo a su mejor parcial en un partido lleno de irregularidad y errores. Con el primero inauguró el cuarto (50-42) y el siguiente llegó tras otra recuperación, en este caso un rebote defensivo tras un tiro de Sajus, cruzó el campo y la clavó de tres (53-42). En la siguiente acción asistió para uno de los pocos mates de un desganado Watt (55-42). En una tarde en la que Bell-Haynes no tuvo su
día (siete pérdidas), en la que McFadden estaba de que no, el mejor exterior fue Dídac Cuevas.
Fisac lo sentó a 3.54 para el final, momento de la mencionada ovación, con 59-48 en el marcador y el Casademont no volvió a anotar hasta los últimos segundos, con dos tiros libres de Bell-Haynes y el milagro ganador de Yusta sobre la bocina. El Breogán remontó con un parcial de 0-13 sin él en pista (59-61), comprometiendo muy seriamente un partido que el equipo aragonés había tenido en sus manos.
Tres partidos de Liga y dos de la FIBA Europe Cup han bastado para que Cuevas se gane su sitio en el equipo demostrando cómo se hace para pasar de un jugador de la LEB Oro a destacar en la Liga ACB. Después de tantos y tantos problemas en el puesto de base, el Casademont ha encontrado a un cupo joven (23 años) con talento y una rasmia que es su mejor carta de presentación.