La aragonesa Xordica cumple 30 años de resistencia editorial
El sello de Chusé Raúl Usón ha publicado en este tiempo más de 250 libros de unos 180 autores
MSu compromiso con los escritores de la tierra y con el aragonés han sido sus señas de identidad principales
ás de 250 libros y unos 180 escritores en sus 30 años de vida. Los números, a veces, hablan por sí solos y los que puede presentar la editorial aragonesa Xordica constatan su relevancia como agente cultural de primer orden en la comunidad. Lo que empezó siendo una aventura «un tanto inconsciente y romántica» sustentada por el amor incondicional hacia los libros, se ha convertido en un sello de referencia dentro del sector editorial aragonés. Reconoce su fundador, Chusé Raúl Usón, que el camino no ha sido fácil. Por eso, celebrar sus 30 años de resistencia cultural es tarea obligada. «Somos pequeños y no podemos hacer grandes cosas, pero en marzo lo celebraremos como se merece con nuestros escritores y colaboradores y para el Día y la Feria del Libro repartiremos unas bolsas conmemorativas», comenta Usón.
Xordica (ortiga en aragonés) echó a andar en el año 1994, cuando Usón y su amigo Chorche Tricas decidieron convertir su pasión en su trabajo diario. A los dos años, Usón se quedó solo al frente del barco aunque tiempo después se unió al timón su mujer, Esperanza Álvarez. «Recuerdo que para constituirla hicimos lo que ahora se llama un crowfunding entre amigos y familiares, compramos un ordenador y una impresora láser y empezamos a trabajar de una forma muy autogestionada», señala Usón, que recuerda que su amigo Félix Romeo también jugó un papel importante en esos primeros años: «Fue nuestro gran valedor en esos comienzos porque nos puso en contacto con muchos escritores».
SU PRIMER LIBRO La editorial nació con el propósito de publicar a autores de la tierra, algo que dejaron claro desde sus inicios. De hecho, sus cuatro primeros libros llevaban la firma de José María Latorre, José Antonio Labordeta, Antón Castro y Luis Alegre. En concreto, el primero de todos fue 35 milímetros de Franco, de Latorre, y se publicó en marzo de 1994. «Cuando empezamos yo tenía en mente varias editoriales que me gusta
ban y que hacían libros de pequeño formato con portadas muy cuidadas», rememora.
Con el paso de los años, a esos cuatro primeros libros se les fueron uniendo otros de escritores aragoneses como Javier Tomeo, Mariano Gistaín, Jesús Moncada, Cristina Grande, Ángela Labordeta,
Ismael Grasa o ya más tarde Ignacio Martínez de Pisón. «A finales de los 90 me di cuenta de que no podía publicar solo a autores de aquí porque el mercado aragonés es limitado y contactamos con una distribuidora nacional», apunta Usón. Así fue como publicaron uno de los primeros libros de David Trueba y dieron el salto a escritores extranjeros (relevante es el trabajo de su colección Envistas, en la que publica a autores del centro y este de Europa de la época de entreguerras).
Pero si algo caracteriza a Xordica es su compromiso con las lenguas minoritarias, una debilidad personal de Usón, que lleva escribiendo en aragonés desde muy joven. No en vano, en 1997 crearon la colección Simient negra, en la que han publicado las obras de Anchel Conte, Francho Nagore o Quino Villa. También han editado en aragonés clásicos como El Principito o la novela Obabakoak de Bernardo Atxaga, mientras que Usón tradujo al aragonés en el año 2022 El infinito en un junco, de Irene Vallejo.
LENGUAS MINORITARIAS Su compomiso con las lenguas minoritarias va más allá y Xordica ha traducido al español a autores que escriben en euskera, gallego o asturiano, como por ejemplo los dos últimos premios nacionales de narrativa: Marilar Aleixandre y Chesús Fraga. «Como es una editorial pequeña también responde a nuestros gustos literarios, y yo me he interesado mucho por esa literatura en los últimos años», reconoce Usón.
El editor y escritor zaragozano echa de menos esos primeros años en que el sector era «más reposado» y los libros permanecían en la mesa de novedades hasta varios meses: «Eso pasó a la historia, pero nosotros tenemos que seguir diferenciándonos de las grandes editoriales con las mismas armas; es decir, apostar por ese marchamo de calidad, por libros cuidados y huyendo del fenómeno best seller».
De esta forma, y gracias a unos lectores fidelizados a lo largo de todos estos años, Xordica ha alcanzado su 30 aniversario con la mirada puesta en el futuro. «Sigue siendo complicado porque si sacas dos libros y no funcionan ya vas con el agua al cuello, pero seguiremos en esto porque nos gusta mucho», subraya Usón recordando a aquel niño que desaparecía en busca de estanterías llenas de tesoros nada más entrar en las casas de sus familiares o de los amigos de sus padres.