Ribera y la Generalitat aparcan el trasvase del Ebro
El Gobierno español y el catalán acuerdan pagar a medias el coste de trasladar agua en barcos desde Sagunto hasta Barcelona
Se miraba desde el Gobierno de Aragón con recelo la reunión de ayer entre la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la Generalitat para abordar las posibles medidas para paliar los efectos de la extrema sequía y desde la DGA estuvieron muy pendientes de un encuentro que concluyó con la noticia de que tanto el Gobierno español como el catalán aparcan, por el momento, la opción del trasvase del Ebro y acordaron transportar agua desalada en barcos desde Sagunto hasta la ciudad condal.
Una solución que dejó caer Jorge Azcón como una de las más razonables en una comparecencia el viernes pasado en la que también exigió a la propia ministra Ribera una reunión para abordar el conflicto si es que Aragón podía verse involucrado. Algo que no parece que vaya a suceder a tenor de lo comunicado ayer por la ministra. «No nos planteamos otros escenarios hipotéticos y creemos que esta es la solución más eficaz», valoró Ribera, dando carpetazo a la amenaza del trasvase. Tampoco hubo noticias ayer, sin embargo, de la reclamada reunión con la ministra desde el Ejecutivo aragonés, que sigue a la espera de una respuesta y volvió a demandar ayer un encuentro al más alto nivel para abordar, tras la gestión de la crisis en Cataluña, los problemas de sequía que también padece Aragón.
De la reunión entre Moncloa y la Generalitat se extrae que el Gobierno pagará la producción de agua desalinizada y el Govern asumirá el precio de transportar esta agua en barcos, desde Sagunto hasta el puerto de Barcelona, en caso de que se opte por activar esta solución extrema. Este es uno de los acuerdos cerrados por la ministra para la Transición Ecológica y el consejero de Acción Climática, David Mascort, tras una reunión de poco más de una hora que también sirvió para desencallar las dos nuevas desalinizadoras que se construirán en Cataluña.
Era sabido que Ribera propondría este operativo Sagunto-Barcelona, pero faltaba conocer la respuesta del consejero catalán Mascort, que finalmente acabó aceptando la oferta del ministerio. Mascort afirmó que el Govern prefiere usar los barcos como solución temporal, antes que conectar la red de Tarragona (con agua del Ebro) con la de Barcelona.
«Se trata de poner en servicio a pleno rendimiento una desalinizadora, la de Sagunto, que ahora no está usando todo su potencial, por lo tanto, el agua que se produzca no competirá con el abastecimiento de la ciudad valenciana», concretó Ribera. La desalinizadora es propiedad de Acuamed, la empresa pública española encargada de la construcción y explotación de las obras hidráulicas: «La infraestructura está preparada y puede empezar a desalinizar gran cantidad