La Audiencia investigará el colirio que causa ceguera
El tribunal indagará la responsabilidad de las tres farmacéuticas que distribuían Ala Octa Más de un centenar de afectados en España esperan depurar responsabilidades
La Audiencia Nacional admitió ayer a trámite la querella presentada por la Fiscalía y ha decidido abrir diligencias previas de investigación para esclarecer lo sucedido con el colirio Ala Octa, un medicamento defectuoso que podría ser el causante de la ceguera de más de un centenar de españoles. De esta forma, los afectados esperan que se depuren responsabilidades, si las hubiese, dentro de Alamedics GmbH & Co.KG y BSI Group Deutschland, las dos farmacéuticas alemanas responsables del producto, así como también se estudiará la responsabilidad civil de W.M. Bloss S.A., una comercializadora con sede en Cataluña.
Para el procedimiento, el juez Francisco de Jorge, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, ordenó que se identifique a las personas que formaban parte del consejo de administración de las dos farmacéuticas y también que se entregue toda la documentación relativa a la evaluación del medicamento, incluyendo los técnicos que llevaron a cabo la auditoría de su calidad.
En cuanto a los afectados, el magistrado también pidió que se solicite a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) que remita una lista de las personas afectadas y el centro donde les fue administrado el colirio Ala Octa.
Lo sucedido ha llegado a los tribunales gracias a la denuncia presentada por El Defensor del Paciente, organización que ha asegurado a El Periódico de España –del grupo Prensa Ibérica, como este diario– que está «muy agradecida» a la Fiscalía por presentar una querella contra un medicamento que ha dejado «numerosas víctimas en España; personas que han perdido sus trabajos, su calidad de vida. No debe quedar impune».
TAMBIÉN EN ARAGÓN En el escrito que presentó a mediados de la semana pasada, la Fiscalía explicó que el producto había sido utilizado en 28 centros sanitarios de 13 comunidades (Andalucía, Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, el País Vasco y Valencia, según El Defensor del Paciente) y que, por el momento, ya se tiene constancia de 125 casos notificados de efectos nocivos por el uso del perfluoroctano. De ellos, dice la Aemps, 107 estarían confirmados como consecuencia de la utilización de Ala Octa, 12 no se corresponderían y 6 no pudieron ser determinada su causa.
El producto se utilizaba como coadyuvante intraoperatorio en cirugía oftálmica, como en casos de desprendimiento de retina, pero provocó en los pacientes efectos adversos como amaurosis (ceguera); necrosis de la retina; atrofia del nervio óptico; disminución de la agudeza visual, inflamación o vasculitis. «Parece ser que las autoridades sanitarias tuvieron la primera alerta en el año 2015», explicó El Defensor del Paciente. «Es un enigma a día de hoy saber si solo estaban contaminados determinados lotes, o el producto en sí era defectuoso, sea como fuera la cuestión es que el daño se ocasionó, y no debe quedar impune», añaden.
Tras la alerta se empezaron a recibir notificaciones de profesionales sanitarios, la mayoría correspondientes a los mismos casos de los que había informado la empresa. La Aemps emitió la primera alerta sanitaria por el carácter defectuoso del producto en junio de 2015, a pesar de que había obtenido el sello que avalaba su comercialización en la Unión Europea.