Un plan con pirañas
Un Zaragoza intenso y bravo fulmina al Sporting con la presión y el robo y ve clara su senda
Venció el Real Zaragoza al Sporting, lo hizo con total justicia, siendo mejor y sobre todo más intenso que su rival, mostrando un convencimiento que puede derribar muchos muros, que le muestra un camino, el de la competitividad y la capacidad en el robo para sumar un triunfo que le permite ver el futuro con optimismo, a cuatro puntos solo del playoff y con un 2024 donde lleva ocho puntos de 12, con la media inglesa perfecta. Izquierdoz, en propia meta, antes del descanso, Maikel Mesa cuando peor lo pasaba el Zaragoza por la dolorosa lesión de Guti y Francho tras un error de Yáñez dieron la victoria a un equipo eficaz y solidario sin el balón y peor cuando lo tiene en los pies, pero así también se gana. Vaya si se gana ....
A este Zaragoza le vienen bien estos rivales como el Sporting, como hace dos semanas el Andorra, enemigos para activar la presión, para morder como pirañas en el robo y para buscar la portería contraria siendo verticales. Así se generó el primero tras una recuperación de Mouriño, también el segundo con otra de Maikel Mesa cerca del área rival y además el de Francho cuando a Yáñez, objetivo para la portería que no quiso venir a La Romareda, se le resbaló el balón. El Sporting concedió y dio regalos, sí, pero para propiciarlos hay que buscar el error, presionar, trabajar en el desgaste del rival y eso lo hizo un Zaragoza que suma tres porterías a cero seguidas y que en La Romareda y con Julio Velázquez ha firmado 10 puntos de 12 cuando venía de una sangría terrible con Escribá.
Con Guti y Zedadka recién aterrizados y en el once, con el regreso de Toni Moya para que fuera el pivote defensivo en el 5-3-2 y con el esquema de cabecera para que Mollejo se ocupara de Hassan en el costado zurdo salió el Zaragoza ante un Sporting con Djuka y Otero de referencias y que de salida quiso algo más para tener el control en los primeros minutos.
Hassan le ganó la primera a Mollejo con un regate y un disparo, pero el toledano ajustó desde entonces la marca y empezó a ser el mejor zaragocista sobre el césped, con un centro-chut que casi sorprendió a Rubén Yáñez como la primera muesca. El Zaragoza no tardó en mostrar su intensidad, su capacidad para hacerle incómodo el partido al rival, un bloque bravo y competitivo, ganador de duelos y que fue borrando la capacidad ofensiva de los gijoneses.
Con Francho y Guti acumulando kilómetros y presencia en el medio y con la capacidad de anticipación de Mouriño ante Djuka desde atrás además de la solidaridad y el sacrificio de todo el bloque, el partido discurría sin ningún sufrimiento para los zaragocistas, que lo pasaban mal, eso sí, en el fútbol asociativo, en la elaboración, donde les costaba un mundo generar algo de juego, con Azón perdido entre los defensas y Maikel Mesa desaparecido.
Una buena acción de Francho con pase a Guti y centro de este que no remató por poco Mollejo y un remate desviado de Zedadka tras la enésima buena acción de Molle fueron los avisos de un Zaragoza que era mejor y más intenso que su rival y que además tuvo una buena falta que Toni Moya mandó a la barrera.
El premio llegó en el tramo de los partidos donde más letal es el Zaragoza, el último cuarto de hora de la primera parte. Una recuperación de Mouriño pilló descolocado al Sporting para que la jugada la prolongaran Azón y Zedadka y Francho pusiera un centro con música a la llegada de Mollejo, que aparecía por todas partes y que se lanzó sin dudas con un remate de cabeza que lo desvió lo justo Izquierdoz para que entrara en la portería de Yáñez.
La segunda mitad comenzó con dos cabalgadas de Hassan y la mejor jugada zaragocista en un pase de Zedadka que Maikel Mesa dejó pasar para que Guti la man
La lesión de Guti fue la nota negativa en un triunfo basado en el espíritu y el orden más que en el fútbol
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