Eulalia Ramón: «Carlos Saura nunca dejó de ser un niño»
Huesca rinde homenaje al director con una placa en su casa natal un año después de su muerte
Eulalia Ramón, viuda del cineasta oscense Carlos Saura, recordó ayer ante la casa natal de su marido que él siempre fue «un niño» y que le gustaba regresar en ocasiones a su ciudad de origen para ver los lugares de su infancia y la evolución del entramado urbano.
La viuda del realizador hizo esta afirmación antes de descubrir en la casa natal de su marido, en el número 2 de la calle Padre Huesca, una placa conmemorativa del nacimiento de Carlos Saura y de su hermano, el pintor Antonio Saura, casi un año después de su muerte a los 91 años.
El acto conmemorativo estuvo presidido por la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, y en el que Eulalia Ramón, actriz de profesión y que estuvo acompañada por su hija, Anna Saura, aseguró que siente una «profunda emoción» ante la casa natal de su marido, a la que ya viajaron años atrás en lo que entonces fue «un viaje al pasado» de quien «nunca dejó de ser un niño».
Confesó que tanto Carlos como Antonio experimentaron muchas vivencias en su casa natal, de la que marcharon antes de la guerra civil con destino a Barcelona y a la que regresaron tras la contienda con sus tías, unos «momentos tristes», añadió, en una ciudad que fue «muy importante» para ellos y donde está el germen de lo que luego desarrollaron.
La actriz, que bromeó que su marido no tenía un buen recuerdo de una de sus tías, explicó que le gustaba volver a Huesca y recorrer los lugares de su infancia, entre otros el monumento a las Pajaritas, del artista oscense Ramón Acín, fusilado al inicio de la guerra.
La hija del realizador, Anna, recordó que a su padre le gustaba comprobar en sus viajes a Huesca cómo evolucionaba la ciudad, y que durante el último de los llevados a cabo, en 2021, cuando vio que en los bajos de su casa había una dulcería, se puso muy contento porque «a él le encantaban los dulces». «Él siempre decía que era de Huesca, luego de Aragón y finalmente del Universo pero siempre defendía Huesca a capa y espada», resaltó la hija del realizador, para quien su padre «no pudo ser más oscense, porque siempre decía que era de esta ciudad y que había nacido en la calle Padre Huesca».
«Él decía que era de Huesca, luego de Aragón y finalmente del Universo pero siempre defendía Huesca»
Anna Saura también se refirió a la presentación del libro De imágenes también se vive. Casi unas memorias (Taurus), una recopilación de textos que su padre fue escribiendo a lo largo de su vida, algunos a máquina, y que él mismo decidió unificar y ordenar durante la pandemia. «Nos pregunta mucha gente quién lo ha escrito, y lo cierto es que lo ha escrito él», subrayó de la obra, que recoge reflexiones, pensamientos, memoria y recuerdos, con el añadido que fueron escritos en su momento y no a posteriori, resaltó. Se trata de unos textos que resumen todo lo que fue su vida de una forma muy personal, «casi como hecho por una persona que observa su vida desde fuera», añadió. Además, explicó, que los textos tienen muchas reflexiones sobre el cine y el arte, pero también de sus «pensamientos, de cómo enfocaba la vida, de cómo había evolucionado España, de la familia, de los hijos, de la Guerra Civil y de cómo veía la vida en general».
Responder a la pregunta ¿qué es el amor? es lo que busca el documental Terapia de parejas, dirigido por Gaizka Urresti, quien aborda a través de cinco parejas los diferentes conflictos que presenta una relación, con Rozalén y Marwan como hilo conductor e intérpretes del tema central, Pensábamos que el amor era sólo una fiesta.
«Quiere descifrar lo que es el amor», afirmó ayer Urresti en la presentación de la película en el Teatro Principal de Zaragoza. En la presentación arroparon al director Rozalén y Marwan, además de la consejera de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza,
Sara Fernández; el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui; la diputada de Cultura de la Diputación de Zaragoza, Charo Lázaro; y la productora y terapeuta Elisa Múgica.
La película, como explicó Urresti, tuvo su germen en 2019 en una investigación científica internacional de la terapia de parejas en la que estaba la Universidad de Navarra, aunque la pandemia del coronavirus la frenó y fue cuando se planteó la realización del documental que finalmente ha visto la luz, con cinco parejas seleccionadas en un casting tras hacer «una cartografía de las relaciones sentimentales», en el que buscaron que hubiera parejas con diversidad sexual y también con diferentes edades.
La terapia, detalló, tenían que «querer hacerla los dos» y se escogió entre aquellas parejas que presentaban diferentes tipos de conflictos. «La pareja tiene que querer estar en la relación», afirmó Múgica, quien señaló que no aparecen ni problemas de adicciones, ni casos de violencia en la pareja o aquellas que están viviendo una «infidelidad activa». «La terapia debe servir como prescripción para decir que te puedes sanar», incidió.
«He aprendido mucho sobre el amor y cada uno tiene que aprender la respuesta», apostilló Urresti, quien recomendó ver el documental, que se estrenará el próximo 14 de febrero en salas comerciales, a quienes están inmersos es una terapia de pareja. «Viéndola te ahorras cinco sesiones de terapia», enfatizó, al tiempo que dejó claro que en esta película se aborda la cuestión del amor que «a lo largo de los años va madurando», y por eso aparecen parejas de diferentes edades.
Tras recordar que pasó ocho años trabajando como psicóloga antes de dedicarse a la música, Rozalén resaltó que el amor es de lo que «más se habla en las canciones y es lo que más interés genera», y anticipó, de la película, que el público que la vea «va a reír y también va a llorar».