«Solo nos están complicando la vida»
El hartazgo con el que el campo está clamando desde hace varias semanas no es más que «la gota que colma el vaso» de un sector cansado de no recibir respuestas ante los numerosos problemas que acumula en el zurrón. Javier Eseverri fue ayer uno de los centanares de agricultores que tomaron su tractor en las Cinco Villas rumbo a la capital aragonesa para participar en la reivindicación.
Como tantos otros compañeros, las razones esgrimidas tienen sus particularidades, pero son comunes para la gran mayoría. «Protestamos por las trabas de la Unión Europea», señala Eseverri, que ve esas piedras en el camino «tanto en el apartado burocrático como en los compuestos y productos que podemos usar en nuestros campos».
Para este joven agricultor, la relación con la principal institución europea en los últimos años se explica fácilmente: «Nos están complicando
la vida». Los argumentos para esta sentencia son «las prohibiciones y la insistencia en decirnos cómo tenemos que hacer las cosas». Las críticas, por lo tanto, se centran en que en el territorio UE «se prohíben desde hace tiempo unos productos que en países de los que se importa sí se permiten usar».
El caldo de cultivo final es que el campo aragonés, y el de todo el país, siente que sufre «competencia desleal» frente a otras economías que no tienen que asumir unos controles medioambientales y sanitarios «tan estrictos».
«Hay muchas medidas que van contra el sector», completa Eseverri, que tiene esperanza en un movimiento «que no puede ser de un día y que ojalá signifique que nos hemos unido todos».
Ni jóvenes ni veteranos están contentos con la situación que el campo atraviesa desde hace años. En plena marcha, Jorge Jiménez aprovecha un receso para admitir que la actual problemática le toca «por completo, tanto en el apartado de ganadero como en el de agricultor».
Los problemas, relacionados con los animales, afectan por «la ley de bienestar», que además han cambiado «la forma de contar los animales, algo que no tiene sentido y afecta al desarrollo de nuestras explotaciones». En el apartado agrícola, más de lo mismo, aunque el anuncio de la UE de rebajar las exigencias con los herbicidas «está bien». «El problema es que siguen importando productos de otros países en los que se permiten herbicidas e insectici