Asaja y Araga se desmarcan de la protesta unitaria de mañana

UAGA y UPA sí que mantienen su apoyo a la movilización convocada en Huesca

Las organizaciones agrarias reivindican su papel interlocutor para buscar soluciones

El campo aragonés ha estallado. Lo ha hecho de forma espontánea, a remolque de la ola de protestas del sector en Francia y otros países europeos, antes incluso de que las organizaciones profesionales agrarias (OPA) de la comunidad hayan iniciado sus movilizaciones. UAGA, UPA, Asaja y Araga preveían dar mañana el pistoletazo de salida de las protestas bajo sus siglas con una concentración en Huesca, pero la unidad de acción tiene fisuras. Las dos últimas entidades han decidido echarse a un lado en ese primer acto, que sí tienen previsto celebrar las dos primeras.

A pesar de no haber llevado la voz cantante, los sindicatos del campo coinciden en mostrar su sintonía con las tractoradas de ayer, que se han nutrido de sus bases, y celebran la gran repercusión que han tenido sin entrar en polémicas. No obstante, reivindican su papel como interlocutores con las instituciones y llaman a la unidad para poder canalizar la rabia en soluciones concretas.

Reconocen sin peros el éxito de unas protestas que no les han pillado por sorpresa. En los últimos días veían cómo se fraguaba el estallido social en las redes sociales y grupos de WhatsApp, unos movimientos ante los que no han puesto reparos a la hora de animar a sus militantes a sumarse a las tractoradas que han recorrido todo el territorio. Eso sí, reconocen en privado que el ambiente está enrarecido y crispado en algunas zonas, al tiempo que advierten de los intereses políticos y partidistas que asoman en la trastienda de las protestas, según deducen del perfil de algunos de sus promotores.

CULPAS COMPARTIDAS «La gente ha estallado y con motivo. Llevamos muchos años advirtiendo de que esto no puede ser, que se ha tomado cambios sustanciales en las políticas sin tener en cuenta al sector», apuntó José María Alcubierre, secretario general de UAGA, quien atribuyó a la «desesperación» y «frustración» de los agricultores el éxito de las protestas.

En este sentido, repartió culpas por la crisis del sector entre todos los gobiernos por sus «promesas incumplidas». Al de Aragón, en su nueva etapa con PP y Vox, le reprochó que no haya concedido las ayudas directas por la sequía que el presidente, Jorge Azcón, prometió al inicio de la legislatura. Y al Ejecutivo central y al ministro del ramo, Luis Planas, que «no hayan querido cambiar» la PAC en favor de un modelo de agricultura «profesional, social y familiar». «Cada uno debe asumir sus responsabilidades», agregó.

Alcubierre recordó a Vox que «haga menos propaganda y se ponga a trabajar» porque tiene «responsabilidades» en la política agraria de Aragón, donde criticó que van con retraso algunas ayudas como las de modernización de explotaciones y «no se ha hecho nada para reducir la burocracia».

Desde Asaja Aragón, su presidente, Ramón Solanilla, destacó el

Celebran el éxito de las tractoradas espontáneas y llaman a la unidad de acción

«éxito» de las tractoradas tanto por su elevada afluencia como por no haberse producido incidentes. «El sector está harto y ha dicho basta», apuntó, al tiempo que quitó hierro al hecho de que su organización se ha desmarcado de la protesta con el resto de las OPA en Huesca. «Ahora toca estar del lado del sector por encima de las siglas y las organizaciones. No hemos roto la unidad de acción, pero damos apoyo al sentir de los agricultores», justificó.

«Entendemos sus reivindicaciones y las compartimos, pero tenemos que seguir nuestro calendario», defendió José Manuel Roche, secretario general de UPA Aragón, al valorar las protestas. «Han sido un éxito. Tenemos que aprender que a los agricultores hay que moverlos sin ningún tipo de protagonismo», reflexionó, pero reivindicó también el papel de las organizaciones agrarias como «un instrumento de protesta y búsqueda de soluciones» a los males del sector. «Hay quien quiere sacar rédito político de nuestros problemas en los que tienen responsabilidad gobiernos de todos los colores», concluyó.