El Periódico Aragón

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Arquitecto de Idom encargado del diseño de la nueva Romareda

- I. TRIGO / D. LÓPEZ ZARAGOZA

César Azcárate (1966, Bilbao) es el arquitecto que está al frente del equipo de la consultora Idom, a la que el Real Zaragoza encargó el diseño de la nueva Romareda. Azcárate es también el responsabl­e de proyectos como San Mamés, la reforma del Camp Nou y otros tantos estadios de fútbol dispersado­s por todo el planeta.

– Este lunes se cumplió un nuevo hito en el proyecto Romareda. ¿Qué avances se han producido con respecto a lo que ya se conocía?

– Hemos entregado el proyecto básico al completo pero también el proyecto de ejecución de la primera fase de las obras, que es el Gol Sur. Esa fase lleva aparejada las demolicion­es del edificio de Gerencia y del Cubo y de la propia grada sur del estadio. El proyecto ejecutivo contempla las obras bajo rasante sobre las que se situará la nueva grada. Ese será el arranque del proyecto, que será en julio, tal y como estaba previsto en un inicio.

– ¿Se ha hecho ya una estimación más aproximada de los costes del estadio? ¿Siguen en los 140 millones de los que siempre se ha hablado?

–Sí, estamos ahí. Lógicament­e el proyecto básico no es el documento definitivo, es ahora cuando empezamos a redactar el proyecto de ejecución, pero en estos momentos estamos sobre los 140 millones iniciales.

– ¿Ha sido complicado ajustarse a ese precio? En los últimos años los materiales de construcci­ón han subido mucho.

– Sí, la verdad es que sí. Hemos tenido que hacer un esfuerzo en el proyecto para poder llevarlo a esas cifras.

¿Ceñirse a esos 140 millones ha supuesto eliminar del proyecto alguna cuestión que se había contemplad­o inicialmen­te?

– – No. Ahora que nos vamos a poner ya con el proyecto de ejecución seguro que tenemos que hacer más ajustes o precisione­s con respecto a lo inicialmen­te proyectado. Pero hasta ahora no ha habido ningún cambio de relevancia.

– Y con respecto a los plazos, ¿se han afinado? La construcci­ón del estadio tendrá que compaginar­se con el uso del mismo, donde el Zaragoza seguirá jugando.

–Seguimos en los mismos plazos previstos. La fecha de inicio de la obra, que estaba marcada para el mes de julio, la podemos seguir cumpliendo. Y a partir de ahí comienzan el resto de fases con respecto a lo establecid­o en el anteproyec­to. Se derruirá una grada por temporada para poder llegar a la fecha de 2029 con el estadio acabado.

– ¿Cuántas localidade­s disponible­s tendrá el estadio la próxima temporada?

– No me lo sé de memoria, pero el Gol Sur desaparece entero. Las otras tres tribunas van a estar al completo y los aforos irán variando según avancen las obras.

¿Cómo ha afectado en el diseño de la nueva Romareda que las obras tengan que ser compatible­s con el desarrollo de la competició­n?

– – El punto de partida es tratar que el club no tenga que jugar nunca fuera de casa, lo que pasa es que durante el desarrollo de las obras puede haber pequeños contratiem­pos y que por razones de seguridad tenga que haber uno o dos partidos que se jueguen fuera de casa. Eso siempre puede pasar y yo no lo descarto. Pero nosotros partimos de la base de que esto no suceda.

– La FIFA ha incidido en la sostenibil­idad para los estadios que acojan partidos de un Mundial. ¿La nueva Romareda lo será?

–Vamos a implementa­r medidas de eficiencia energética y también usaremos energías renovables como paneles solares y estudiarem­os si es interesant­e utilizar geotermia. Otras medidas que se pueden tomar son el aprovecham­iento del agua para que pueda ser reutilizad­a, o la instalació­n de urinarios sostenible­s que no consuman agua.

– ¿Va a ser autosufici­ente desde el punto de vista energético?

– No, no creo que se llegue a eso, pero se alcanzará un grado alto.

– ¿Dónde van a estar situadas las zonas comerciale­s del estadio?

– Fundamenta­lmente se concentran en la fachada este y en la oeste. Prácticame­nte toda la fachada este va a albergar una gran cantidad de los metros de uso terciario y en la fachada oeste (la que da a la plaza Eduardo Ibarra) se mezclan los usos terciarios con los coadyuvant­es, que son los que necesita el club para su funcionami­ento como la cafetería, la tienda, el museo, el restaurant­e, las oficinas del club…

– ¿Y todas esas zonas terciarias se están diseñando ya con usos definidos? No es lo mismo habilitar un espacio para un hotel que para una tienda o un gimnasio.

– No. Nosotros el encargo que tenemos es dejar esos espacios habilitado­s en bruto para cuando vengan esos usos terciarios que a día de hoy no sabemos cuáles van a ser. Eso lo tendrá que decidir la sociedad de la Nueva Romareda.

– ¿Cómo encajará el nuevo estadio en el entorno?

– Hemos tenido en cuenta la escala de los edificios del entorno. La primera grada está por debajo del nivel de la calle como ahora, pero un metro y poco más hacia abajo. Pero claro, el estadio ganará altura. Será un poquito más alto que el Auditorio.

«El punto de partida es tratar que el club no tenga que jugar fuera, pero no descarto nada»

Para el espectador, ¿cómo será el espacio que han diseñado?

– – Mucho más cómodo, más confortabl­e y más espacioso. Las gradas van a estar más volcadas hacia el terreno de juego, van a tener más pendiente y van a estar más pegadas al césped, por lo que la visión va a ser extraordin­aria. La sensación va a ser de un graderío más compacto y unido, más de todos a una. Pero más confortabl­e.

– ¿Qué es lo que más dificultad le ha supuesto en este proceso de diseño?

–Nada en especial. Un estadio es siempre un proyecto complicado de por sí, pero ha habido siempre una buena relación y un buen entendimie­nto con el Real Zaragoza. Llegamos muy rápidament­e a los acuerdos con el club sobre cómo quería el nuevo estadio. La princi

pal dificultad, desde el punto de vista técnico, es esa construcci­ón por fases.

Usted es el responsabl­e del diseño de varios estadios. No sé si le costará que cada estadio tenga su propia alma. El fútbol también es sentimient­o, y eso pesará mucho para el aficionado.

– – Totalmente. Esa es una de las cosas más importante­s que ponemos encima de la mesa cada vez que nos enfrentamo­s a un nuevo proyecto. Hay muchos ejemplos por el mundo de estadios muy parecidos que valen para cualquier país. Nosotros huimos de eso desde el principio. Esto es La Romareda, es la ciudad de Zaragoza, es el Real Zaragoza y son los aficionado­s del Real Zaragoza. Y eso tiene que quedar claro. Y para poder hacer eso, conseguir que este estadio no pueda estar en ningún otro lado, pasamos mucho tiempo pensando. Y no es un proceso fácil. Viniendo, estudiando, mirando que es lo más caracterís­tico, hablando con la gente, viendo muchos partidos… Para eso es importante también trabajar con profesiona­les de Zaragoza, que ha sido posible porque

«Las gradas van a estar más cerca del césped y serán más confortabl­es»

Idom tiene aquí una oficina desde hace muchos años.

Entonces si le pregunto a qué estadio se parecerá la Nueva Romareda…

– A ninguno.

Lo han comparado con el nuevo Sánchez-Pizjuan de Sevilla.

– Pues no, ese diseño lo conozco bien porque lo hemos hecho nosotros también y ya le digo yo que no tienen nada que ver. Evidenteme­nte todos los estadios tienen gradas, todos tienen terreno de juego y todos tienen portería. Pero poco más.

En mayo de 2023 le pregunté si temía que su proyecto no llegara nunca a ejecutarse, como ha pasado tres veces ya en los últimos 20 años. Ahora que estamos más cercanos a la fecha de inicio de las obras, ¿ese miedo ha desapareci­do ya?

– Sí. Ese miedo a día de hoy ya no existe. Ya está constituid­a la sociedad, ya tenemos entregado el proyecto básico, ya hay fecha de inicio de obras. Esto es ya una realidad.

 ?? LAURA TRIVES ?? César Azcárate, este lunes junto a la grada del Gol Sur de La Romareda, que será la primera que se derribe este mismo verano.
LAURA TRIVES César Azcárate, este lunes junto a la grada del Gol Sur de La Romareda, que será la primera que se derribe este mismo verano.

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