Los tractores colapsan las tres provincias por cuarto día seguido
En torno a 50 manifestantes lograron bloquear los accesos en Plaza a Mercadona y Eroski por la tarde Carreteras como la A-2 en Calatayud o la A-23 en Zuera sufrieron cortes intermitentes a lo largo del día
Pasan los días, pero el empeño de los agricultores no cesa. Aragón vivió ayer la cuarta jornada de protestas consecutiva en un día en el que los tractores volvieron a poner en jaque las carreteras de media comunidad y a colapsar las entradas a las tres capitales de provincia. Como ha sido habitual durante toda la semana, de nuevo los grupos de WhatsApp volvieron a ser la correa de transmisión que coordinó unos movimientos que esta vez tenían un objetivo claro: provocar el caos en varios puntos estratégicos.
Desde primera hora de la mañana las principales carreteras aragonesas se vieron afectadas por las marchas lentas o cortes totales de los manifestantes, que buscaban enquistar el tráfico y, desde luego, lo consiguieron. La DGT alertaba desde bien temprano de retenciones y congestión en La Almunia de Doña Godina, en la A-220 y la A-2; en Juslibol, en la N-330 tanto en María de Huerva como en Venta del Olivar y en la N-122 a la altura de El Burgo de Ebro. Al contrario que en jornadas pasadas, las inmediaciones de Stellantis y Mercazaragoza permanecían tranquilas.
Uno de los grupos protestantes que más quebraderos de cabeza provocó a las autoridades y a los conductores fue el de los agricultores de Valdejalón. Sobre las 11 de la mañana, la N-330 quedó cortada entre Cuarte y Zaragoza. Cientos de tractores inundaron ese tramo y provocaron un colapso total de la carretera con el objetivo de «molestar a los de arriba». Ese era el sentir general de los manifestantes y el de José Manuel Martínez en particular. El agricultor de La Muela representa el hartazgo que vive el sector a la perfección. Lejos de mostrarse eufórico por la protesta, Martínez se mostró resignado. «Nosotros preferiríamos estar trabajando. La cuestión es que no nos dejan. No lo podemos hacer con unas condiciones dignas», subrayó.
Eso sí, lejos de rendirse, el aragonés afirmó que sus actuaciones van para largo. «Yo a esto no le veo un punto final», incidió. El de La Muela no solo protesta por él, sino por el futuro de una profesión a la que se está «martirizando». «Tengo un hijo de 22 años que trabaja en el campo y no se va a poder jubilar de esto al paso que vamos», lamenta Martínez. «Si siguen con las normas de las ecogilipolleces... Seguro que no», añade.
Tras una larga y tensa negociación con la Policía Local, en la que los agentes no estaban por la labor de permitir el acceso a Zaragoza a la totalidad de los tractores, algunos manifestantes decidieron continuar a pie sus protestas y otros se desplazaron con su vehículo hasta
Vía Hispanidad. Situaciones muy similares se produjeron simultáneamente en otros puntos de la ciudad, como en la entrada por el pabellón Príncipe Felipe. Centenares de tractores entraron a la capital y aparcaron en las inmediaciones del pabellón, aunque finalmente retrocedieron hasta La Cartuja. Ante tal descontrol, la Delegación del Gobierno en Aragón habilitó aparcamientos disuasorios a la entrada de Zaragoza (también en Huesca y Teruel) para evitar la entrada de los tractores a los cascos urbanos y el bloqueo de acceso con el fin añadido de garantizar la seguridad y la movilidad.
Si la mañana fue movida, la tarde no lo fue menos. Alrededor de las 15.00 horas, decenas de tractores se desplazaron hasta uno de los puntos más estratégicos de las inmediaciones de Zaragoza: Plaza. En la plataforma logística, alrededor de 50 manifestantes lograron blo
«Nosotros preferiríamos estar en el trabajo, pero no nos dejan», decía uno de los manifestantes
quear momentáneamente los accesos a los centros de distribución de Mercadona y Eroski, aunque no provocaron grandes afecciones.
En la provincia de Huesca salieron varios tractores de Castillonroy por la vía N-230 en sentido a Benabarre, y en Aínsa dieron vueltas por la localidad para después llegar a Graus en dirección Serradúy por la A-1605, movilizaciones estas que se sumaron a las concentraciones de localidades como Jaca o Puente la Reina.
En Teruel, por su parte, el polígono de La Paz fue el principal objetivo de los manifestantes. Asimismo, una columna procedente de Zaragoza entró en la provincia por la A-222 hacía hacia Híjar, y otra hizo lo propio desde Monreal del Campo hacia Molina de Aragón.
De regreso en Zaragoza, Plaza no fue el único frente por el que los tractores irrumpieron en la capital aragonesa, ya que, pasadas las 16.30 horas, lograron ingresar en la ciudad y provocaron un enorme atasco en la rotonda de la Z-30 con avenida Gómez Laguna, y tan solo unos minutos después la Policía Local de Zaragoza informaba de que varios puntos de la capital se estaban viendo afectados por la entrada de «columnas de tractores», provocando una circulación más lenta de lo normal. Posteriormente, los agricultores alcanzaron Valdespartera, siendo aplaudidos a su paso.
Otras columnas, como la de las Cinco Villas, logró acceder hasta la
fábrica de Pikolin, tras una jornada que iniciaron a las 10.00 horas en Ejea de los Caballeros y que alcanzó Zaragoza tras causar un gran impacto en Zuera pasado el mediodía. En ese sentido, la A-23 estuvo bloqueada en ambos sentidos de forma intermitente a lo largo de la tarde. Una situación que también vivieron en la sesión vespertina la A-2 en Calatayud, en ambos sentidos, que obligó a desviar a varios coches por el casco urbano.
Las carreteras de Huesca y Teruel también sufrieron varias afecciones a lo largo de la jornada de ayer
Una intensa jornada, la cuarta consecutiva, que llegó a su fin en las capitales pasadas las 19.00 horas, y que afronta expectante un nuevo día, el de hoy, en el que la Plataforma 6F ya ha anticipado la llegada de cientos de agricultores a Madrid, ante lo cual Delegación de Gobierno ha preparado un fuerte dispositivo policial.