Fausto Ansaldi presenta en Zaragoza ‘La fórmula del clown’
El payaso ofrece un programa triple en el Centro Cívico de Santa Isabel ▶
Siete principios. Siete elementos esenciales para el clown. Conexión, transgresión, acción, originalidad, delirio, intensidad y belleza. Relaciónate abiertamente, empuja los límites, impulsa la iniciativa, aprovecha tus imperfecciones, resuelve con el disparate, hazlo a lo grande y no olvides la estética. Para Fausto Ansaldi, el clown es sinónimo de libertad, una ventana hacia la transformación social y el empoderamiento humano, «es una forma de conocerse a uno mismo y burlarnos de nuestros defectos».
El payaso trae a Zaragoza sus distintas facetas. Comenzará hoy a las 11.30 horas con Payasoterapia, un taller sobre la risa a través del clown, y continuará por la tarde, a las 18.30, con La fórmula del clown, dónde presentará su metodología propia. Mañana a las 18.00 pondrá el broche de oro a un fin de semana de circo en el Centro Cívico de Santa Isabel con El alquimista del sonido, un espectáculo protagonizado por su personaje. La entrada a las tres sesiones es libre aunque hay que recoger invitación desde una hora antes en el propio centro cívico.
Su método, basado en esos siete principios «esenciales», se trata de «una serie de claves para todo aquel que quiera potenciar su expresión». Con esto, Ansaldi no quiere prescribir nada, porque «el sistema es, como el clown, una herramienta flexi
ble». Para elaborarlo, investigó durante años «a fondo» y llegó a la conclusión de que «históricamente estos eran los elementos que se repetían y era lo que había que articular para ponerlos en escena». El payaso confiesa que «no fue fácil ni rápido». «Investigué, experimenté con mis alumnos y contrasté con mi propia práctica. Y el resultado final fue resultado de mucha prueba y error», añade.
La razón por la que hace esto Ansaldi es «para contribuir con un granito
de arena al mundo, un mundo que va mal». «Siempre me preguntaba por qué hay humanos que hagan el mal y encontré la respuesta: la sociedad no les da las herramientas para ser felices», manifiesta. Por eso, con este método espera poder ayudar a alguien: «Con eso me doy por satisfecho, porque creo que cambiando una conciencia se cambia el mundo».
Con una trayectoria arraigada en la tradición clown familiar a los cinco años, Ansaldi subió a escena
con su padre y descubrió este mundo. «Vi que ahí había una ventana a la libertad, quise conocerla mejor y ver como podría transmitirla a cualquiera», cuenta. Empezó como un mero observador y poco a poco fue acercándose al escenario a probar cosas. Comenzó trabajando en la compañía de su familia, lo que luego le llevo a estudiar la carrera de pedagogía teatral, «para poder transmitir todo esto», subraya. Desde Argentina se mudó a Madrid y 25 años después creó