‘Machos alfa 2’, vuelve el humor a costa del machirulo deconstruido
▶ La segunda temporada de la serie, ya disponible en Netflix, aborda temas como el acoso sexual o el consentimiento
Hace poco más de un año, los hermanos Laura y Alberto Caballero, artífices de éxitos como Aquí no hay quien viva y La que se avecina, estrenaron en Netflix una comedia que se convirtió en fenómeno social, Machos alfa, por el intenso debate que generó en torno a la masculinidad tóxica. La serie hizo que el público se planteara, desde el prisma del humor, temas como el machismo y los privilegios del patriarcado y sacó punta de una realidad como la de los hombres que no acaban de encontrar su sitio ante el avance del feminismo. Solo hay que recordar los resultados de la última encuesta sobre estereotipos de género del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que aseguraba que el 44% de los varones en España considera que las políticas de igualdad «han llegado tan lejos» que ahora los «discriminan» a ellos.
Los protagonistas, los cuatro cuarentones en deconstrucción a los que interpretan Fernando Gil, Raúl Tejón, Gorka Otxoa y Fele Martínez, vuelven a sumergirse en sus crisis existenciales (y, sobre todo, sus crisis como machos alfa) en la segunda temporada de la ficción, ya disponible en Netflix con 10 nuevos capítulos de alrededor de media hora y con sus personajes más desubicados si cabe. Porque, aunque hayan pasado por el curso que les impartía el gurú antimachirulos (palabra que acaba de entrar en la RAE) al que interpretaba Santi Millán, la teoría no es siempre fácil de llevar a la práctica.
«La serie enfrenta a los machos ibéricos a la época de la mujer empoderada y los ves intentando reinventarse para encajar en esta sociedad nueva y en la que están fuera de tiesto» resume Gil, que da vida a Pedro, ese directivo televisivo que no pasa por su mejor momento profesional ni personal en su relación con la influencer Daniela (María Hervás).
Su personaje es de los que más se resisten a replantearse sus relaciones con las mujeres y a abrazar su nueva posición en una sociedad en la que los micromachismos ya no pasan tan desapercibidos como antes. Igual que Raúl (Tejón), al que su novia (Kira Miró) dejó descolocado al plantearle una relación abierta.
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ADAPTABLES Más dispuestos a adaptarse a los nuevos tiempos están Luis (Martínez), el policía local casado con Esther (Raquel Guerrero) y agobiado con la conciliación, y Santi (Otxoa), al que su hija (Paula Gallego) trata de seguir organizándole citas en su nueva etapa como padre separado. Aunque tampoco les resultará sencillo encajar en unas relaciones en las que las reglas han cambiado y ellos ya no siempre llevan la batuta.
Temas como la igualdad de sexos y las citas de Tinder estarán de nuevo en sus debates, mientras que la serie abre en esta segunda temporada otros melones como «el acoso sexual, el consentimiento y el acceso de los jóvenes a la pornografía», según adelantó Alberto Caballero a Europa Press.
Al universo de Machos alfa se suman en esta segunda temporada Cayetana Guillén Cuervo, Carlos Areces e Itziar Castro, en su trabajo póstumo, además de Adriana Torrebejano y Juanjo Puigcorbé.