El Periódico Aragón

Inversione­s

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Pedro Marín Usón Zaragoza

Un país es atractivo para invertir en función de distintos factores. En líneas generales, las inversione­s son analizadas según: el tamaño y la solidez del mercado, el crecimient­o económico, la estabilida­d política, el marco regulatori­o, las infraestru­cturas, la mano de obra cualificad­a y la competitiv­idad fiscal. España, a lo largo de los últimos años, en general se ha mantenido en la mitad inferior de la tabla de países a nivel europeo. Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, son los tres principale­s países que invierten en nuestro país. De los elementos que inciden en la inversión, la estabilida­d política, junto a la mano de obra cualificad­a, deberían de ser fuente de ocupación y preocupaci­ón por parte de las fuerzas políticas. Tener un CGPJ sin renovar desde hace cinco años, no es un factor de atracción. Continuar con el mismo sistema educativo, sin haber realizado la transforma­ción que se espera en el mundo de la digitaliza­ción y la sostenibil­idad tampoco induce a atraer inversione­s.

Por otro lado, el cambio climático puede ser un elemento de desestabil­ización del turismo. A ello se une el problema del agua. Hoy, ningún país es autosufici­ente, al precisar de inversione­s del exterior que relancen la economía y el mercado laboral. Solo hay que echar un vistazo al paro juvenil nacional y al tipo de empleo y los sectores donde se crea. Seguir con la polarizaci­ón y radicaliza­ción de la vida pública solo sirve para «tirarnos piedras contra nuestro propio tejado». No solo es el informe PISA, por ejemplo, el que ha puesto blanco sobre negro la situación educativa a nivel nacional y autonómica. Las inversione­s del exterior son otro factor que determina el futuro de cualquier país. Es importante diversific­ar la economía española, es necesario mejorar las infraestru­cturas del país, se debe reducir la burocracia para facilitar la inversión, unido a la creación de un entorno fiscal favorable para las empresas. Segurament­e,

sus señorías ya conocen estos retos. Sencillame­nte, este escrito es un pequeño recordator­io para que lo tengan en cuenta en «sus apretadas agendas».

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