La apuesta por Rossetto y el mensaje del Zaragoza
En aquel momento, si se miraban sus números con un cierto grado de pesimismo no se veía lo que estaba gestándose con la claridad necesaria. Parecía algo diferente de lo que estaba siendo. Viendo la realidad ya de más cerca, el paso del tiempo y el discurrir de las jornadas han confirmado aquellas lejanas intuiciones. Le costó un partido y un importante disgusto en Albacete, donde el Zaragoza profundizó en la catastrófica línea descendente que venía describiendo en las semanas finales de la era de Fran Escribá. Pero Julio Velázquez detuvo enseguida aquella pronunciada caída con una victoria clave ante el Leganés y una sucesión de cuatro empates, tres fuera de casa, a los que entonces se les concedió menor valor del que tuvieron, sobre todo por el amargo sabor de boca que dejó el 2-2 frente al Levante en La Romareda tras el 2-0 inicial.
La recomposición de la figura del Real Zaragoza por parte de Velázquez ha tenido varias fases. Una primera en la que el principal objetivo fue establecer un suelo para el equipo y evitar un declive mayor. Una segunda dedicada al asentamiento de las ideas y de la propuesta, conseguida también por el alto valor de un par de empates en malos partidos, con especial mención a los de Elda y Alcorcón. Y una tercera, por la que ahora mismo transita, de crecimiento. El entrenador viene de sumar siete puntos de los últimos nueve, con dos victorias consecutivas en casa. De sus nueve partidos solo ha perdido uno, el primero. Lleva, por lo tanto, ocho invicto.
La mejoría lenta pero progresiva se ha fundamentado en el cambio táctico del técnico tomando como base una línea de tres centrales con dos carrileros y de la aparición de un portero, Edgar, en estado de gracia. Velázquez ha conseguido también imprimir su carácter al equipo, con una referencia significativa para la elevada intensidad en el juego mostrada contra el Sporting. El Zaragoza galopó el lunes pasado.
En el plan del entrenador era clave para el futuro la figura de Guti, en tanto en cuanto su presencia potenciaba un modelo basado en un orden bien trabajado, pero sobre todo en una puesta en escena con mucha energía, para lo que son necesarios kilómetros, desgaste físico, presión y piernas. Así llega el equipo a Eibar, en fase alcista, pero aún lejos de su hábitat natural por potencia económica. En Ipurua tiene otra oportunidad de seguir creciendo y de dar un nuevo paso al frente sin una pieza que iba a ser capital en esta recta final de campeonato.
Mientras el Zaragoza ultima la visita al Eibar en un buen momento anímico y futbolístico, el club ha dejado prácticamente atado al sustituto de Guti. Se trata del centrocampista brasileño Matheus Rossetto, de 27 años, 1,80 metros y que estaba libre tras rescindir en el Atlanta de la MLS, adonde llegó procedente del Paranaense de su país. Reafirma así el plan del entrenador concediéndole un deseo que se adapta perfectamente a su propuesta. El Zaragoza de Velázquez ha empezado a ir en serio. Moviéndose con rapidez con un refuerzo en un mercado complejo, la SAD lanza también un mensaje de ambición para estos apasionantes cuatro meses y medio pendientes de competición.