La norma europea de envases alerta a la cadena alimentaria
El sector reclama más ➲ «certidumbre jurídica y medioambiental»
La última fase en la tramitación del reglamento de envases y residuos de envases de la UE ha puesto en vilo a toda la cadena agroalimentaria de España, una actividad que, más allá del sector primario, afecta a 30.000 empresas de alimentación y bebidas, 25.000 tiendas y 300.000 restaurantes y hoteles, según un informe de la asociación española del gran consumo Aecoc.
Las organizaciones que forman parte de la cadena de valor del envase solicitan tres medidas técnicas para que sean tomadas en consideración. Estas medidas, explican, «darían certidumbre jurídica y medioambiental a la economía y a la sociedad europea». La primera es «una legislación armonizada» para evitar barreras en la libre circulación de bienes y aumentar los beneficios medioambientales. «Pedimos que los objetivos del reglamento sean comunes y sin margen de que los estados miembros puedan modificarlos».
Una segunda medida que reclaman es que la circularidad de los envases pase por la reutilización «pero siempre teniendo en cuenta el ciclo de vida completo del envase, caso a caso y analizando las particularidades y naturaleza de cada sector». En este aspecto, instan a tener en cuenta la diversidad de modelos de distribución que conviven y las consecuencias de la implantación de sistemas de recogida y reutilización en la movilidad y contaminación o el uso del agua.
Un tercer aspecto que reclama todo el sector es que se tenga en cuenta que cada tipo de envase «desempeña un papel fundamental, lo que implica que cualquier restricción en la comercialización debe tener en cuenta la función, la disponibilidad de alternativas y el impacto económico y medioambiental de la restricción». Reclaman mantener sin cambios la redacción de la propuesta de reglamento de la Comisión, que permite la agrupación de envases en aquellos casos que se utilizan para presentar productos juntos para una mejor logística y comodidad.
Y consideran urgente trabajar la propuesta que incluye limitaciones para el envasado de las frutas y hortalizas, ya que se está realizando de una «manera discriminatoria, desproporcionada y contraproducente para un sector tan importante para España».