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Rossetto se une a otros descartados a última hora,
Hace tiempo que dar marcha atrás a la hora de acometer un fichaje prácticamente cerrado ha dejado de ser improbable en el Real Zaragoza. De hecho, en los últimos años se han dado numerosos casos similares al protagonizado ayer por Matheus Rossetto, de vuelta a casa después de que el club aragonés haya decidido descartar su contratación.
Se trata de la segunda reculada de la actual propiedad. La anterior se produjo en el verano de 2022, cuando el club rechazó, «después de una profunda reflexión», la incorporación del meta Gaikza Campos después de haber hecho oficial su fichaje. El motivo esgrimido por la entidad se refería a un tuit enviado por el cancerbero vasco en 2013, cuando tenía solo 16 años, en el que aseguraba que el club aragonés le daba «asco». De nada sirvieron las disculpas públicas proferidas por el portero, que, procedente del Celta B, recaló finalmente en el Intercity, de Primera RFEF, donde ha disputado diez partidos.
Pero hay más casos en el pasado reciente. Otro portero, René Román, también se dio media vuelta después de haber alcanzado un acuerdo con el Zaragoza en enero de 2021. Tras rescindir con el Dinamo Bucarest, el meta, que entonces tenía 37 años, no firmó como consecuencia de unos problemas de rodilla detectados en el reconocimiento médico previo a su incorporación.
Los exámenes clínicos también fueron los causantes de que Etinof no llegara al Zaragoza. El club, que llegó a anunciar el fichaje oficialmente, tuvo que descartar la incorporación del francés, procedente del Stade Laval francés, debido a un problema coronario que convertía en papel mojado un contrato para cuatro temporadas cerrado desde hace meses.
El futbolista galo, que llegó a conocer la Ciudad Deportiva, era una apuesta de futuro de la secretaría técnica entonces liderada por el director deportivo Lalo Arantegui.
Por supuesto, también hubo casos en la etapa de Agapito Iglesias como máximo accionista. Cristian Lobato se comprometió con el Real Zaragoza para cinco temporadas en 2012. Lobato jugaba entonces en el Barcelona B y el empresario soriano llevó personalmente las negociaciones para su fichaje. Sin embargo, tras el descenso del Zaragoza a Segunda y una lesión de rodilla de por medio, el club aragonés descartó su incorporación. El futbolista catalán reclamaba al Zaragoza 3 millones de euros de indemnización por incumplimiento de contrato, pero, en 2016, se llegó a un acuerdo para evitar el juicio.
En 2009, el Cruzeiro se negó a cerrar la venta de Guilherme al Zaragoza apelando a que el club aragonés «no presentó las garantías exigidas previamente» e incumplió el acuerdo para realizar los exámenes médicos del prometedor delantero brasileño, de 20 años, que ya se encontraba en España.
Problemas físicos descartaron a Etinof, René o Lobato y un tuit escrito hace años fue clave para Gaizka