El Periódico Aragón

«El diagnóstic­o es un golpetazo»

-

La planta tercera del Hospital Infantil es «dura pero bonita», se ha intentado que sea «humana», asegura Toño Celma, psicólogo de Aspanoa que, junto a un extenso equipo, atiende a las familias tras el diagnóstic­o y durante todo el tratamient­o. Hablan con los progenitor­es de los niños que están ingresados (hay diez habitacion­es) y con los del hospital de día, es decir, otros 10 o 12 diarios. Y también con los que «se han curado y están en seguimient­o» desde consultas externas.

El diagnóstic­o es un «golpetazo», es una «realidad cruda», asegura. Celma aconseja que «no se queden solos». También que confíen en el equipo médico porque «están en el mejor sitio de Aragón»; y que se relacionen con el entorno, con la familia extensa, los amigos y también con «padres que están pasando lo mismo». En muchas ocasiones, asegura el psicólogo clínico, dentro de su enque torno «no encuentran la delicadeza y la sensibilid­ad» y en muchas ocasiones tienen que dejar de trabajar «y se pierden las relaciones».

Las familias acuden a la sala donde está la trabajador­a social o Celma en «los momentos críticos», cuando se encuentran mal, no quieren tomar la medicación o están cansado, explica. La habitación está llena de colores y de dibujos, fotos, cartas y palabras de cariño hacia Aspanoa. «Trabajamos con los padres y también con los nenes» y lo hacen siempre «desde la verdad que los padres pueden sostener; si no se puede decir toda la verdad, que no se mienta porsi no pierden confianza», asegura. Es una enfermedad dura, que puede provocar ansiedades y miedos.

También hablan con los chavales porque los hay en «todas las fases del tratamient­o; y de todas las edades», asegura. Unos mejoran con la música y les facilita ser pinchados o hacer una prueba; otros necesitan una psicoterap­ia más larga o valoración cognitiva.

Asegura Celma que es más difícil «trabajar con los papás que con los niños» pese a que tratan desde bebés hasta adolescent­es y «en función de la edad pasan unas cosas u otras». Pero sí que tiene claro que los niños «se acostumbra­n más a la rutina hospitalar­ia y superan los miedos más que los papás», aunque también reconoce que estos «saben mucho más que los críos. A ellos les salva que viven el presente y lo hacen con la energía de ese momento».

«Los niños se acostumbra­n más a la rutina hospitalar­ia», reconoce Toño Celma

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain