Los fármacos con cannabis, solo en las farmacias hospitalarias
Sanidad ha iniciado los trámites para regular su uso en dolencias muy concretas y bajo prescripción médica El texto, que todavía está en fase de consulta, promete ajustarse a la evidencia científica
El Ministerio de Sanidad inició ayer los trámites para aprobar un real decreto que regule el uso medicinal del cannabis en España. Es una de las noticias más esperadas por parte de algunos enfermos con dolor crónico e incapacitante, esclerosis múltiple o que están en cuidados paliativos, cuadros en los que su empleo ha demostrado eficacia. El departamento que dirige Mónica García ha abierto una consulta pública a un proyecto que fijará las condiciones para elaborar y dispensar estos tratamientos, a qué pacientes y con qué patologías, pero la idea inicial es que sean preparados y dispensados en las farmacias hospitalarias tras prescribirlo un médico.
La pasada legislatura, el Congreso instó al Gobierno a regular su uso para paliar el dolor y los efectos de los tratamientos en algunas patologías y Sanidad abordará la nueva normativa partiendo de esas conclusiones y valorando «la evidencia científica disponible». Fuentes de Sanidad indican que prevén tener lista la orden antes de seis meses. El ministerio asegura en un comunicado que llevará a cabo una regulación «garantista» en cuanto a la calidad de los fármacos y la seguridad de los pacientes, «habilitando las vías legales disponibles para poder disponer de compuestos terapéuticos a base de preparados
estandarizados de cannabis que hayan mostrado evidencia a la hora de aliviar el dolor y el sufrimiento de los pacientes». A su vez, fuentes ministeriales precisan que los preparados estandarizados se elaborarán a partir de extractos del cannabis que la Agencia Española del Medicamento «va a auditar con los productores para que cumplan una serie de requisitos de calidad». Preparados con los que se harán posteriormente las «fórmulas magistrales en la farmacia de los hospitales». Estos fármacos tendrán una proporción variable de los componentes principales del cannabis (THC y CBC), pero nunca podrán superar las cantidades de los medicamentos ya aprobados y disponibles en el mercado.
A este respecto, tan solo se han aprobado dos: uno contra la esclerosis y otro contra la epilepsia. El Congreso contempló que se autorice también para inhibir las náuseas y vómitos en pacientes con cáncer; para aumentar el apetito en enfermos de cáncer y sida, y para aliviar el dolor crónico, la rigidez muscular o convulsiones. Pero el documento indica que «es necesario valorar los datos disponibles y seleccionar aquellas patologías en las que se considere que existe una relación beneficio-riesgo favorable». Asimismo, Sanidad garantiza que se realizarán «evaluaciones de forma periódica para comprobar la eficacia» de los fármacos y se dotará a la regulación de flexibilidad para que pueda ser ampliada, a medida que se disponga de más información y evidencia científica.
La regulación preocupa al colectivo médico, porque teme que el uso en pacientes suponga cierta «banalización» de los efectos negativos de la marihuana. Los médicos recuerdan que puede afectar a la salud mental y al rendimiento cognitivo y académico de adolescentes y jóvenes. Sanidad asegura que antes de aprobar la normativa llevará a cabo un periodo de «diálogo y discusión con la sociedad civil para recibir sus aportaciones».
Preocupa al colectivo médico por la posible banalización de la marihuana