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A La Romareda como más fuerte de la segunda vuelta y de 2024, con 13 puntos de 15 y una mejoría clara en solidez
El rival del Real Zaragoza este viernes arribó al parón navideño como colista, con solo 15 puntos en 21 citas, sin que la mano de Julián Calero se notara mucho en las 14 jornadas que tuvo a sus órdenes al Efesé tra suplir a Víctor Sánchez del Amo, destituido en la séptima tras un trágico balance de tres puntos de 21 posibles. Sin embargo, todo ha cambiado para el Cartagena, que solo ha necesitado cinco jornadas para salir del descenso, una salvación que al llegar al descanso navideño tenía a ocho puntos con el Andorra. Ahora, tras trece puntos de 15 posibles, cuatro victorias y un empate, es el mejor equipo de la categoría en la segunda vuelta con el Eibar y ya está fuera del peligro. Con esos argumentos llega a La Romareda, teniendo en cuenta que en las últimas 11 citas suma 21 puntos de 33, lo que también le colocaría de líder en este tramo.
Ha vivido el Cartagena un enero de cambios, con cinco fichajes: Andy, libre del Burgos y de plena confianza para Calero, Arnau Ortiz, cedido del Girona, Darío Poveda, a préstamo del Getafe, y Diego Moreno, del Osasuna, estos dos tras pasos irrelevantes hasta mitad de temporada en Leganés y Mirandés, respectivamente, además de Mejías, meta del Ceuta que ha llegado para ocupar el hueco de Marc Martínez,
traspasado al Granada por 150.000 euros y una baja en teoría más que relevante para el equipo, por los últimos años y por el presente, porque había sido de lo mejor del conjunto albinegro en la primera vuelta.
Hevel, Ferreiro, Hansson, Jony y la devolución de las cesiones de Embaló (Fortuna Sittard) y Lautaro de León (Celta) completaron la lista de bajas del Efesé. Una revolución de 12 movimientos y cinco refuerzos, aunque solo la llegada de Andy ha sido clave, con cinco presencias en el once, mientras que Arnau Ortiz se ha consolidado como revulsivo y Darío Poveda estrenó su cuenta anotadora en la victoria ante el Mirandés. No han sido pues los refuerzos la clave de la reacción.
Esta hay que buscarla en la mejoría defensiva. El Cartagena llegó como el equipo más goleado al ecuador del campeonato, con 34 tantos en 21 citas. En las cinco de la segunda vuelta solo ha recibido dos dianas, una del Villarreal B, al que le marcó cuatro, y otra en el empate ante el Albacete en el Carlos Belmonte. La mentalidad de Calero, la disciplina y el orden han cogido por fin poso y el Cartagena ha dado un paso hacia atrás, defendiendo en un bloque más bajo y buscando más la contra. Cuatro victorias ante el Villarreal B, el Amorebieta y el Mirandés en casa, un calendario propicio en el Cartagonova bien aprovechado, y en El Sardinero a domicilio con el Racing, además del empate en Albacete, son su balance.
El Cartagena respira y Calero sacaba pecho ayer de esta reacción, aunque no quiere confianzas, al contrario, el peligro lo sigue teniendo ahí, ya que está empatado a puntos con la zona roja. «El resultado refuerza la creencia en lo que haces. Ver que el trabajo conlleva resultados buenos es positivo pero, dicho esto, no estamos para ningún tipo de relajación. No hemos hecho nada extraordinario porque seguimos empatados con la zona de descenso y en el momento en el que pierdes dos partidos seguidos vuelves a estar metido en problemas», remarcó.
El entrenador madrileño, héroe en los últimos años en el Burgos, destacó el nivel del Zaragoza, asegurando que «tiene una plantilla muy buena, con jugadores de un potencial alto y que con Julio Velázquez cambió un poco la idea y sus automatismos. Ataca y defiende bien, es un rival muy complicado y con un estadio precioso que huele a fútbol», dijo Calero, que tiene las bajas de Juanjo Narváez y Luis Muñoz, mientras que Mikel Rico y Alcalá son duda.
12 movimientos, con 5 fichajes, hizo el Cartagena en enero, pero ahí no estuvo la clave de la reacción