La protesta del campo se fija en el cereal: «Juegan con nosotros»
Los agricultores denuncian los bajos precios en Aragón
Las protestas de los agricultores y agricultoras de Aragón tuvieron ayer jueves un nuevo punto de encuentro: el Auditorio de Zaragoza. Ante él y con motivo de la celebración del XXI Encuentro Nacional de Operadores de Cereales, medio centenar de personas se manifestaron ante las puertas del edificio para reclamar que las cotizaciones de los cereales y del resto de producciones de herbáceos se recuperen y cubran los costes de producción. «Los precios del cereal nos están hundiendo, porque están entrando otros productos extranjeros que no cumplen las exigencias que a nosotros nos están pidiendo», denunció Fernando Sanz, un agricultor procedente de Cella (Teruel).
«No pueden jugar así con nosotros», declaró Javier Duque, agricultor de la provincia de Huesca, quien con algunos de sus compañeros viajó ayer a la capital de Aragón para «reivindicar ante los que deciden el precio del cereal que no podemos más», expresó.
Durante la protesta, que se celebró de 10 a 13 horas, algunos de los manifestantes intentaron acceder a la jornada que se estaba celebrando en el interior, pero la Policía Nacional
se lo impidió. En ese momento, los protestantes bloquearon el acceso a los asistentes al encuentro del Auditorio como señal de protesta.
El sector está molesto porque el cereal en Aragón lleva más de un año en crisis, según reclamaron a este diario algunos de los presentes en la concentración. «Nuestras explotaciones no van a ser rentables y queremos luchar en igualdad de condiciones con los países terceros», aseguró Jesús Ballarín, ejecutivo de UAGA por la provincia de Huesca.
Las reclamaciones pusieron el foco en las instituciones europeas una vez más, quienes «nos están pidiendo unas pautas de producción muy respetuosas con el medioambiente», añadió Ballarín. El respeto y la producción sostenible es algo que «entendemos que la sociedad quiere que sea así y nosotros lo respetamos, pero desde luego nos tenemos que defender de todo lo que viene de fuera», dijo. El ejecutivo aseveró que lo que el campo no puede aguantar es «producir menos porque así nos lo exigen desde Europa y encima hacer frente a lo que viene de fuera, que se produce a menor coste y en mayor cantidad», explicó.