Orange calienta la fusión con MásMóvil para antes de abril
La teleco francesa se prepara para tomar el control del futuro gigante
Orange España y MásMóvil están a las puertas de su esperadísima fusión. Las dos telecos esperan conseguir por fin la próxima semana la aprobación por parte de la Comisión Europea a su unión en el mercado español, tras dos años de trabajos preparatorios, y confían en obtener las autorizaciones del Gobierno
español y ejecutar los últimos detalles regulatorios y financieros en apenas unas semanas. El objetivo es tener cerrada la operación antes de abril.
La unión de Orange y MásMóvil dará a luz a nuevo gigante nacional. La compañía resultante estará valorada en unos 18.600 millones de euros y se convertirá en la mayor teleco por número de clientes del mercado español, desbancando a Telefónica. Las acciones del nuevo grupo se repartirán a partes iguales entre los accionistas de las dos compañías.
El equilibrio inicial tiene todos los visos de que acabará rompiéndose y que Orange acabará tomando el control de la nueva compañía. En el pacto de fusión de 2022 ya se incluía la posibilidad de que Orange tomara una posición mayoritaria. La nueva joint venture se endeudará con un préstamo milmillonario para abonar un superdividendo a los accionistas de Orange (entre ellos, el Estado francés) y a los de MásMóvil (los fondos KKR, Cinven y Providence), que también servirá conseguir esa valoración equilibrada al 50% del peso en la compañía resultante. Orange percibirá unos 4.200 millones y MásMóvil, unos 1.650 millones.
«Los dividendos excepcionales se quedarán en manos de Orange para poder utilizarlo para una eventual toma de control de la joint venture. Orange sigue apostando por España y tenemos esa opción», subrayó también el consejero delegado de Orange España, Ludovic Pech, en un encuentro con medios. El calendario orientativo que manejan ambas telecos contempla cerrar completamente la fusión en el primer trimestre de este año. Desde Orange se insiste en que el acuerdo de unión con MásMóvil no contempla ningún ajuste laboral y que las sinergias de 450 millones de euros anuales esperadas a partir del cuarto año tras la fusión se producen solo por las economías de escala y el plan industrial, no con recortes de plantilla.