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Comandante del submarino Isaac Peral S-81
Manuel Corral Iranzo (Zaragoza, 1981) es comandante del submarino Isaac Peral S-81. Pasó los primeros años de su vida en la localidad turolense de Muniesa hasta que marchó a vivir a la capital aragonesa para luego ingresar en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra). Hoy, a las 18.30 horas, regresa a su tierra para impartir una conferencia en el Palacio de la Antigua Capitanía General de Aragón.
Nos tiene que explicar cómo un vecino de un pueblo tan pequeño de Teruel acaba a los mandos del Isaac Peral.
– – Inicialmente, mi vocación no era ser marino o ser submarinista, sino militar. Y, en esa vocación, oposité para las Fuerzas Armadas, pero no me llegó para entrar en el Ejército de Tierra. Entré de manera fortuita en la Armada y fue donde descubrí este mundo, que me ha apasionado. ¿El tema de los submarinos? También lo descubrí en la escuela naval, fue la primera vez que yo vi un submarino y, a partir de ahí, empezó mi historia de querer ser submarinista y de conseguirlo. No todo el mundo puede ser submarinista porque hay que estar bien posicionado en la promoción. Son diferentes etapas y lo último ha sido llegar a ser comandante de submarino, que es lo más complicado de todo. A grosso modo, ese ha sido el camino para que una persona de Muniesa acabe comandando un submarino.
– ¿Por qué eligió el camino de submarinista?
– He ido conociendo la Armada poco a poco. Cuando estaba en la escuela naval, vi un submarino por primera vez y me embaucó. Los submarinos tienen un halo de misterio y, a parte, en la escuela naval también empezamos a estudiar táctica submarina y me resultó interesante.
– ¿De qué halo de misterio habla?
– Cuando una persona ve por primera vez un submarino se da cuenta de que es algo extraño. Lo ves porque está en superficie, pero no es un barco ni tiene forma de barco. Es una nave con forma especial y preparada para navegar en las profundidades. Ahí está el misterio de pensar: ¿cómo navegan estas plataformas en las profundidades?, ¿cómo se vivirá ahí dentro?, ¿qué riesgos inherentes hay? Y todo tiene que ir acompañado siempre de un espíritu aventurero.
Ya ha descubierto esos riesgos.
–
– Desde el minuto uno sabes que pueden pasar cosas y, de vez en cuando, vas teniendo algún sustillo. Te das cuenta de que esto no es un juego y de que hay que tener mucho cuidado. Es algo que nos enseñan desde el principio: es igual de importante la vida del último marinero que la del comandante.
La Basílica del Pilar envió una imagen de la Virgen con destino al Isaac Peral. ¿Qué le transmite?
– – Ese día fue muy especial y no solo por ser de Zaragoza. Sabemos que existe ese riesgo y más en este primer submarino, que es un prototipo. Sobre todo, para las personas que tenemos fe, tener a la Virgen del Pilar a bordo del submarino desde que hizo la primera inmersión hasta ahora... Estoy seguro de que nos ha echado un cable porque las pruebas no han sido fáciles.
Vuelve a casa para hablar sobre el modelo S-80. Usted comanda el S-81, es decir, el único modelo de
– submarino diseñado y fabricado en España.
– A nivel de ingeniería naval es, de lejos, lo más complicado. Los protocolos de diseño y de fabricación de submarinos están a la altura de los protocolos de la NASA. Es un grado de dificultad máximo por todo el riesgo que implica la navegación marina y hay muy pocos países en el mundo, únicamente diez desde que España está incluida en esa pequeña lista, que son capaces de diseñar y construir submarinos.
– Durante el acto de entrega del S81 en Cartagena dijo que, además de un arma, un submarino es «una herramienta de diplomacia e influencia esencial». ¿Por qué?
– Es un arma estratégica y un claro ejemplo de ello es que cada vez hay más países que están intentando tener o ampliar un arma submarina. Tienen un componente de disuasión muy importante porque el submarino es muy difícil de detectar. Eso hace que un conflicto sea mucho más difícil de gestionar y ahí entra el comentario de la diplomacia.
– Hoy imparte en Zaragoza la conferencia ‘El submarino S-80, de prototipo a unidad operativa’. ¿Qué puede adelantar?
– He tratado de aportar mi experiencia personal en las pruebas del submarino. Si cualquiera busca en Google submarinos de la clase S80, obtendrá mucha información sobre sus características. Yo voy a aportar la originalidad de mi experiencia, lo que yo he vivido en cómo se prueba el primer submarino de una clase que fabrica un astillero que es la primera vez que fabrica un submarino.
«Los protocolos de diseño y fabricación de un submarino están a la altura de la NASA»
– Fue el único alumno que superó una formación de la Marina Real Noruega.
–Tuve la suerte de participar y coincidió que era la primera vez que un submarinista español participaba en ese curso. Fui como Paco Martínez Soria cuando llega a Madrid.
«Tienen un halo de misterio que debe ir acompañado siempre de un espíritu aventurero»
– ¿Cómo de exigente fue la prueba?
– Al límite de presión. Te meten en un submarino que no conoces, porque es una plataforma nueva, y en otro idioma. En esa coctelera te dejan solo para que hagas de comandante con misiones de gran dificultad y ven cómo reaccionas ante situaciones de presión, cómo ejerces el liderazgo y cómo tomas decisiones.