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Fuentes de la investigación detallan los movimientos de huida de los narcos que acabaron con la vida de dos guardias civiles, de Barbate a La Línea de la Concepción
Según la Guardia Civil, la zódiac de 6 metros con la que varios agentes se metieron en la bocana del puerto de Barbate el 9 de febrero, para identificar a unos narcotraficantes, entró al agua a las 19.40 horas. Dos de ellos, David Pérez Carracedo y Miguel Ángel Gómez González, miembros del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (Geas), no saldrían con vida de allí.
El crimen de Barbate ha conmocionado a España en los últimos días. Dos agentes de la Guardia Civil murieron arrollados por una planeadora de narcotraficantes. Este diario ha hablado con fuentes de la investigación con acceso al auto judicial, donde se sitúan cronológicamente los pasos dados por los delincuentes y la Guardia Civil. Una huida de casi 18 horas que acabó con la detención de 8 personas, aunque 2 de ellas fueron puestas en libertad.
Los narcotraficantes, a bordo de una planeadora de más de 1.000 caballos de potencia, pasaron por encima de la zódiac a las 20.20 de la tarde. Es la hora en la que el auto judicial sitúa el momento del impacto. Esa lancha llevaba seis personas a bordo. Y, tras el atropello, escapó del puerto de Barbate.
Dejó en el agua dos cadáveres y otros dos agentes heridos, uno de ellos de gravedad porque la hélice le pasó por encima.
Después del choque, puso rumbo al este, llegando a la localidad vecina de Zahara de los Atunes. Allí fue localizada media hora después del suceso, justo a las 20.50 de la noche. La Guardia Civil ya había desplegado un amplio dispositivo por tierra, mar y aire. De hecho, las ocho detenciones se practicaron en tierra. Cinco de ellos cayeron esa misma noche.
Los otros tres, entre los que se hallaba Kiko el Cabra, fueron arrestados a la mañana siguiente.
Siguiendo con la cronología, a las 00.15 horas, la lancha fue localizada por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil en el término municipal de La Línea de la Concepción, lugar de procedencia de los narcos. La embarcación estaba fondeada en la Playa de la Alcaidesa, a 100 kilómetros de donde se produjeron los crímenes.
Justo media hora después, a las 00.45, la lancha llegó al municipio gaditano de Sotogrande. Allí desembarcaron tres de los seis ocupantes de la lancha: Antonio A.C., alias El Chispa, un conocido narco linense de 28 años; Jairo
P.G., de 24 años, y David G.N., de 21 años. Allí les esperaban dos personas en coche. Fueron los cinco primeros detenidos. Los dos que les habían ido a recoger fueron los que la jueza puso en libertad con cargos. Tras descargar a sus tres compañeros en Sotogrande, El Cabra y los otros dos tripulantes volvieron a emprender la huida. El piloto buscó refugio detrás de un carguero.
La embarcación volvió a ponerse en marcha por la mañana, con destino La Línea de la Concepción. Llegaron a la Playa de la Hacienda, en torno a las 11 de la mañana. Abandonaron la lancha, que tenía marcas de pintura anaranjada, una de las pruebas que la juez estima para considerar que esa fue la embarcación que arrolló a los agentes.
En torno a las 14.30, la Guardia Civil detenía a los tres fugitivos: a Kiko el Cabra, José Israel A.B. y Mustafá C. Ponían fin así a 18 horas frenéticas de persecución. Los seis detenidos que permanecen en prisión ingresaron en el penal de Puerto 2.
Pasaron la noche en el mar escondidos tras un carguero. Llegaron a la costa por la mañana