Juzgan al asesino que golpeó 30 veces a su amigo con un extintor
El acusado acabó con su vida en el interior del pub Blue Lion en agosto de 2022
La Fiscalía solicita una pena de 26 años de cárcel y la acusación eleva la condena a 30
Un jurado popular juzga a partir de hoy a Juan Andrés Gilgado León (España, 1985) como presunto autor del asesinato de su amigo José Carlos Pascual Valtueña (España, 1971), al que golpeó una treintena de veces con un extintor en el interior del pub Blue Lion de Calatayud. En plenas fiestas de San Roque, la madrugada del 13 de agosto de 2022, ambos se colaron en el interior del establecimiento que había regentado con anterioridad el acusado, pero solo este último abandonó el local. Dentro yacía el cadáver de su amigo y no fue hasta dos días más tarde cuando Gilgado León decidió personarse en las dependencias de la Policía Nacional para confesar los hechos. Para entonces ya había extraído más de mil euros con la tarjeta de crédito del fallecido.
Mientras que el ministerio fiscal solicita una pena de 26 años de cárcel (23 por el asesinato y tres por la estafa) con la concurrencia de la atenuante de confesión, la acusación particular a cargo de Juan Martín Calvente eleva la pena privativa de libertad hasta los 30 años. La defensa ejercida por el penalista José Luis Melguizo, por su parte, interesa la absolución de su representado.
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EL VEREDICTO, EL LUNES Las partes han sido citadas a comparecer hoy a las 09.30 horas en la Audiencia Provincial de Zaragoza para dar paso a la constitución del jurado y está previsto que, durante la primera sesión de la vista, declare el acusado. El martes será el turno del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón; el miércoles, el de los forenses y, el jueves, la presentación de los informes ante el tribunal del jurado, presidido por el magistrado José Ruiz Ramo. El objeto del veredicto se entregará el próximo lunes a los nueve miembros del pueblo elegidos para impartir justicia.
Contarán estos últimos con una prueba fundamental para emitir su fallo: las grabaciones de las cámaras de videovigilancia del pub Blue Lion. Aunque el establecimiento estaba cerrado al público, los dispositivos todavía permanecían operativos hasta tal punto de que llegaron a grabar los últimos minutos de vida de la víctima.