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Militares ucranianos vigilan la línea cero de la guerra en su confín norte con Bielorrusia y Rusia donde se mantienen las incursiones de grupos armados
Solo unos desérticos quinientos metros separan el abandonado puesto de aduanas ucraniano, en su frontera con Bielorrusa, del reventado puente de este cruce por el que solían pasar hasta 300 vehículos al día. Esto hace ya casi dos años. Salvo por los agentes fronterizos y por un perro de patas cortas y carácter amigable, hoy casi no se ve casi un alma en el lado ucraniano. Pero los bielorrusos están ahí, y se pueden espiar desde la trinchera bajo tierra y también a cielo abierto. Solo el río Dnipro, ahora engrosado por el deshielo, separa los unos de los otros. «El puente lo hicimos estallar nosotros en el principio de la invasión rusa a gran escala y sigue así pues tiene una importante función de protección de esta frontera y dificulta las incursiones [de enemigos]», cuenta el agente fronterizo Oleg, portando un Kalashnikov.
Oleg, que como casi todos los soldados evita dar su nombre completo, responde así cuando se le pregunta por la situación en la frontera del extremo norte de Ucrania, un confín que este país comparte con Rusia y Bielorrusia, aliada del Kremlin. Agentes fronterizos como él y el propio Ejército denuncian desde hace tiempo lo que consideran grandes amenazas en esta zona altamente militarizada: las incursiones de drones de combate y de grupos armados que entran por tierra en territorio ucraniano, especialmente desde la frontera con Rusia y de noche.
«Hay unidades de la Federación Rusa que nos bombardean y usan grupos subversivos», asegura Vadym Mysnyk, oficial de las Fuerzas Armadas. «Su objetivo es mantener alta la tensión y tenernos bajo la perenne amenaza de una nueva invasión [por esta zona pasaron las tropas rusas en el inicio de la invasión en su asedio a Kiev]», denuncia. Desde Bielorrusia, la acusación es recíproca. El viernes, el presidente Lukashenko dijo que «dos saboteadores» habían sido detenidos «por haber cruzado la frontera, transportar explosivos y cometer atentados en Bielorrusa y Rusia», según Reuters.