El Madrid vuelve al trono
El equipo de Chus Mateo, exentrenador del CAI, gana el título en Málaga frente al Barcelona
El Real Madrid recuperó, cuatro años después, el trono al conquistar en Málaga su 29ª Copa del Rey en un clásico vibrante que no se decidió hasta el último cuarto y en el que su mayor juego coral y la exhibición de Poirier fueron determinantes para tumbar la resistencia del Barça y desequilibrar la balanza a su favor (96-85).
Con un solo trofeo en las últimas seis ediciones, el Real Madrid llegaba a la cita como el gran favorito en casi todos los pronósticos por su gran temporada. Su triunfo impide que el Barça le alcance en el palmarés, ya que hasta hoy solo separaba un título a los grandes dominadores de la competición.
La primera Copa con Chus Mateo en el banquillo tuvo muchos protagonistas. Poirier fue uno de ellos, con 17 puntos, 8 rebotes y 32 de valoración, aunque también destacaron los argentinos Campazzo (18 puntos, seis asistencias y nombrado MVP) y Deck (13 puntos), Yabusele (15 puntos y 9 rebotes) o Musa, con otros quince.
Tras el atracón anotador que se dieron en la víspera, ambos finalistas empezaron algo más imprecisos en ataque, aunque poco a poco la defensa blanca empezó a imponer su ley con Tavares como estandarte y Campazzo recuperando balones. En cuatro minutos, los azulgranas solo sumaban una canasta de Jabari Parker y ya perdían por siete puntos.
Poco a poco, la batalla se fue equilibrando y ni unos ni otros lograban imponer su juego. Los de Chus Mateo se sostenían por el acierto de Musa y Campazzo y enfrente, primero Satoransky y a continuación Laprovittola con dos triples igualaron la batalla al término en el primer cuarto (1919). Pese al arreón inicial de Jokubaitis, el quinto clásico del curso siguió sin dueño en el inicio del segundo cuarto, lo que aportaba la emoción de la que había carecido el torneo en las dos semifinales del sábado. Los empates se sucedían uno tras otro a la espera de algún factor que desequilibrase la batalla final por la Copa.
Mario Hezonja, con la mitad de los 24 puntos de su equipo en el segundo acto, y Poirier, con siete, mantenían a los suyos, mientras que en los azulgranas ocho jugadores se repartían el protagonismo anotador y un triple sobre la bocina de Nikola Kalinic les permitió irse dos arriba a los vestuarios (43-45, min. 20).
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MOMENTO DECISIVO El guion no varió tras el descanso para alegría de los espectadores. Vesely empezó a lucir muñeca, con ocho puntos en cinco minutos, los mismos que un Deck que tiró de garra para prolongar la incertidumbre con acciones de mérito. Ambos jugadores monopolizaron sus respectivos ataques durante varios minutos, con permiso de un Parker que, en su primera Copa, volvía a aportar calidad en todas sus acciones y la final se encaminó a los diez minutos definitivos con todo abierto (66-63, min. 30).
El Real Madrid comenzó mejor el cuarto decisivo. A base de triples, con dos de Yabusele y un tercero de Deck, logró en dos minutos y medio la primera escapada seria de la tarde, un 77-68 que obligó a Roger Grimau a llamar a los suyos a capítulo. El Barça no estaba dispuesto a rendirse y solo perdía por cuatro puntos a tres minutos y medio del pitido final. En ese momento, un nuevo arreón blanco (86-77, min. 37) puso contra las cuerdas al equipo catalán, que ya no pudo recuperarse y acabó hincando la rodilla.