La DGA dice que se puede adelantar tres años la finalización de la A-23
El ministerio prevé acabar el tramo entre Lanave y Sabiñánigo para el año 2029
El Gobierno de Aragón reclamó ayer al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que se apresure a acometer el tramo de autovía entre Lanave y Sabiñánigo en la N-330 para su posterior reconversión en la A-23 tras las retenciones de más de tres horas que ayer afectaron a miles de conductores y que se reproducen durante periodos festivos y de alta afluencia hacia las estaciones de esquí del Pirineo.
El director general de Carreteras e Infraestructuras del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Arminio, aseguró ayer en la capital altoaragonesa que cuenta con un informe interno en el que concluye que solapando en el tiempo varias unidades de ejecución se puede adelantar la finalización de la obra a 2026, cuando el ministerio que dirige Óscar Puente tiene previsto acabar la ejecución en 2029. Para ello, serían necesarios más recursos económicos, humanos y materiales, explican desde la consejería de Fomento del Gobierno de Aragón.
Por ello, Arminio denunció «la falta de compromiso» del Gobierno central con las infraestructuras de la región, y califica de «intolerable» la posibilidad de aplazar la finalización de la autovía a 2029. La demora, a juicio de Arminio, es resultado «de la falta de compromiso del Gobierno central con las infraestrucHuesca
turas en Aragón», lo que afecta negativamente tanto a la seguridad vial como a la imagen de la comunidad.
El responsable de las carreteras aragonesa subrayó que existen informes técnicos elaborados por el Gobierno autonómico que sugieren que el tramo podría ser convertido en autovía en un plazo de 30 meses, en contraposición a los 60 meses anunciados por el ministerio, por lo que la obra podría estar finalizada en 2026 en lugar de 2029, con el consiguiente alivio de la congestión y mejora de la seguridad vial en este tramo de ocho kilómetros. Arminio también señaló otros proyectos en la provincia de
que experimentan retrasos debido a la falta de inversión del Estado, como la conexión en Huesca capital entre la A-22 y la A-23, así como las variantes de Jaca y Sabiñánigo, cuya ejecución avanza a un ritmo «francamente lento», denunciaron.
/ EXTRAÑEZA EN EL GOBIERNO Desde la Delegación del Gobierno en Aragón mostraron ayer la «extrañeza» que les despiertan las declaraciones del director general de Carreteras, ya que hace referencia a un informe técnico interno sobre un vía de la que no es titular la comunidad autónoma, sino el Estado. Por otro lado, desde la delegación recuerdan que el Ministerio de Transportes licitó el pasado mes de octubre las obras de este tramo por 115 millones de euros, un presupuesto contundente que habla por sí solo del compromiso con esta infraestructura. Desde el Ministerio se señala que desde junio de 2018 se han puesto en servicio 36 kilómetros del corredor formado por las autovías A-21, A-22 y A-23 con una inversión que supera los 400 millones de euros y otros 36 kilómetros en ejecución o licitación (que se traducen en una inversión en curso de más de 330 millones). Añaden que desde el ministerio «se trabaja siempre según los plazos administrativos que marca la normativa».