La cúpula del BNG destaca que el giro de Pontón ha sido un éxito
Los porcentajes de voto del Bloque son «superiores a ERC, Junts o Bildu»
«El corte generacional es lo que importa ahora. Tenemos una generación adecuada para este tiempo. Esa es la clave, no los mitos sobre la vieja guardia de la UPG». Un alto dirigente del BNG resumía de esta manera el sentir actual de una organización que ha logrado superar el 30% de votos en Galicia, una frontera reservada hasta ahora para las fuerzas estatales (UCD, PP y PSdeG), con un ideario «transformador», un término para aludir a sus demandas de independencia, cambios estructurales en el sistema económico y una lucha a favor de las clases populares.
Los principios fundacionales y la línea dura de la Unión do Pobo Galego (UPG), la fuerza hegemónica dentro del frente de partidos que es el Bloque desde su fundación, no lograron nunca acercarse a los dos éxitos consecutivos cosechados por Ana Pontón, con el récord de 19 actas en 2020 y ahora alcanzando las 25. Dentro del partido se destaca el liderazgo sin matices que ostenta Pontón, que ha logrado cotas de representación inimaginables para el Bloque aggiornando su discurso soberanista, centrando las demandas en las cuestiones sociales (educación, sanidad, dependencia...) y adaptando las aspiraciones independentistas a las cosas del comer, como una tarifa eléctrica gallega.
La clave radica en que la decepción es directamente proporcional a las expectativas y el Bloque consideraba que «agora», como decía su lema, era el momento. Un PP aparentemente más débil con candidato nuevo y un líder estatal que se quedó a las puertas de Moncloa cuando las encuestas lo daban por sentado, una ola de aplausos en las redes a Pontón, mítines a rebosar... ¿Existe riesgo de que la vieja guardia de la UPG trate de volver al discurso más duro en contra del estilo Pontón? La dirección descarta esa tensión e insiste en el éxito cosechado con esta vía, con porcentajes de voto «superiores a ERC, Junts o Bildu». «Somos algo inédito en Europa, en ningún lugar una organización de izquierdas, soberanista y transformadora como nosotros ha tenido estos resultados», exponen miembros de la cúpula frentista como aval al camino seguido, centrando el foco en las cuestiones más sociales. Gracias a ello, pasó de la renuncia de sus diputados a acatar la Constitución en los 80 a ser la alternativa al PP.