Los patólogos denuncian la falta de medios y relevo
Solo hay 50 especialistas en Aragón y dos plazas sin cubrir en Teruel En tecnología, la comunidad está muy desfasada %
La anatomía patológica es una de las ramas de la medicina más desconocidas. La especialidad centra sus trabajos en analizar los tejidos y las células de cada paciente para dar un diagnóstico, avanzar en el pronóstico de la enfermedad y aportar opciones de tratamientos. Por tanto, su labor queda dentro de los laboratorios y fuera del foco de los pacientes, lo que afecta al reconocimiento que obtiene de buena parte de la sociedad y está provocando que, en muchos casos, caiga en el olvido.
Por ello, dentro del extendido problema de falta de relevo generacional que sufren otras especialidades médicas (así como también otros sectores), la anatomía patológica sufre doblemente un fenómeno que incluso compromete su viabilidad futura en Aragón. Así lo confirma Mar García, presidenta de la Asociación Territorial de Aragón de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP). «La falta de patólogos es evidente», comienza García.
La primera viene determinada por las administraciones competentes. «Hay una mala previsión en el número de plazas ofertadas tras el examen MIR en los últimos años. A esto se añade que algunos años no se han cubierto todas las plazas, o los residentes han dejado la especialidad a medias», explica una García que lamenta la poca consideración que tiene su profesión. «Algo hemos ganado en los últimos años porque formamos parte de los comités multidisciplinares junto con profesionales de otras especialidades, pero creo que aún no estamos al mismo nivel de reconocimiento que otros especialistas», reflexiona. «Se compara nuestro papel con el de un notario. Somos los que ponemos sobre el papel el nombre a las enfermedades, pero el diagnóstico que emitimos es indispensable para tratar correctamente a los pacientes», añade la presidenta.
Actualmente, en la comunidad aragonesa hay trabajando un total de 50 especialistas en anatomía patológica (42 con plaza en propiedad y ocho sin plaza fija) y, además, existen dos plazas sin cubrir, una en Alcañiz y otra en Teruel. Sumado a ello, Mar García recuerda que, en Calatayud, «una de las plazas se amortizó hace algunos años por lo que ahora solo hay un patólogo cuando sería necesaria otra plaza». Si la salud de la anatomía patológica no es buena en Aragón, no parece que el futuro vaya a traer buenas noticias para la especialidad. La presidenta de la Asociación Territorial de Aragón de la SEAP advierte que en los próximos años se prevén entre cinco y siete jubilaciones sólo en Zaragoza capital. «Cubrir los huecos que van a quedar vacantes va a ser muy complicado», apunta.
«Existe una desigualdad enorme en comparación con otras zonas del país»
«Llegué a Zaragoza de estudiar en Barcelona y fue como volver 30 años atrás»
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RETRASADOS Si la situación de la anatomía patológica en Aragón es complicada, el retraso tecnológico que sufren las instalaciones de la comunidad es un factor decisivo que hace huir, o disuade de venir, a los pocos estudiantes que se deciden por la especialidad. «Un alto porcentaje de los médicos que se forman aquí, cuando terminan su formación se van a otros hospitales fuera de Aragón», subraya García, algo que, a su pesar, entiende perfectamente.
«Yo llegué de Barcelona de estudiar en 2015 y cuando vine a Zaragoza fue como volver 30 años atrás. Estamos en una situación de desigualdad enorme en comparación con otras zonas del país», protesta García. Una reclamación que, más que por los propios profesionales, hace también por los pacientes. «Hoy en día se hace imprescindible disponer de todas las herramientas necesarias para el correcto diagnóstico de las enfermedades como el cáncer y para tener acceso a los tratamientos más avanzados. Falta inversión y compromiso a largo plazo por parte de los que tienen el poder de decidir, tanto en los hospitales como a nivel gubernamental. No sólo no disponemos de tecnología puntera que ya lleva años implantada en otras comunidades, sino que los trámites para solicitar nuevas técnicas aquí son tediosos», denuncia la presidenta de la Asociación
Territorial de Aragón de la SEAP. Tanto es así que este retraso tecnológico ocasiona problemas reales a los enfermos de Aragón: «Hay muestras que deben de ser derivadas fuera del hospital, incluso de nuestra comunidad, con el consiguiente retraso en el resultado».
Para tratar de dar a conocer la anatomía patológica, la «más desconocida» de las especialidades médicas, Mar García anuncia que se está tratando de hacer una pequeña revolución en su enseñanza en la facultad. «Los temarios están anticuados, hay mucho y en los cursos iniciales es una asignatura difícil. Estamos realizando un esfuerzo enorme para actualizar tanto el contenido como la forma de transmitir nuestro trabajo», confiesa la patóloga. Para ello, desde la Universidad de Zaragoza han implantado un proyecto titulado Patólogo por un día. «Queremos que los alumnos se queden con ganas de más y que se planteen nuestra especialidad como una opción», relata una Mar García que asegura seguir buscando fórmulas para evitar la crisis de su especialidad en Aragón.