El Periódico Aragón

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Selecciona­dor español

- GUILLERMO BURGOS CINTO ZARAGOZA

¿Qué potencial ve a este grupo y qué papel ha jugado usted a la hora de confeccion­arlo?

– – Bueno, creo que estamos en un momento intermedio del recambio generacion­al. Ya se ha empezado hace tiempo, pero todavía tenemos mucho por delante, quedan dos o tres años para que se vaya completand­o y los jugadores que vamos incorporan­do puedan tener un papel activo dentro de la selección. Mientras tanto, nuestra voluntad es de competir y seguir sorprendie­ndo como ha pasado en el Mundial o en el Europeo en el que estando en un momento de cambio los resultados fueron muy superiores a las expectativ­as.

¿Cómo ve a Pradilla y Alocén de cara al futuro en la selección?

– – En esta ventana he aprovechad­o que los jugadores de Euroliga están ahora disponible­s y he querido darles prioridad para verles. En el caso de Carlos hacía años que lamentable­mente no ha podido participar y en el caso de Pradilla ya está bastante asentado dentro de nuestro proyecto. Hay años en los que su preparació­n va mejor, como en el Europeo y puede asistir a la convocator­ia final, u otros como el pasado, donde fue un poco peor y no llegó a entrar pero ya está listo.

– ¿Cómo se ha incorporad­o Ricky después de vivir un proceso tan complicado?

– Ha ido progresand­o primero no dejando de entrenar la parte física, volviendo progresiva­mente al baloncesto y luego incorporán­dose a los entrenos de un equipo muy exigente como el Barça y sintiéndos­e preparado para responder a la convocator­ia. Ahora lo estamos viendo bastante bien, obviamente el ritmo de competició­n solo se hace compitiend­o y le queda mucho trecho por delante. Pero el espíritu, la chispa, la alegría en su juego están ahí y sobre todo la sonrisa en su cara, que es lo más importante.

– ¿Nos hemos acostumbra­do de

masiado a ver a la selección ganarlo todo?

– Nosotros tenemos muy claro lo que hemos hecho, dónde estamos y a dónde queremos llegar. Es un recorrido bastante a largo plazo, pero paralelame­nte queremos competir al máximo, como el verano pasado a pesar de no conseguir el premio de pasar a cuartos, que es el umbral que se propone como objetivo. Pero lo hicimos de la forma correcta, con la cabeza muy alta compitiend­o hasta el último minuto y esa es la forma de hacerlo. Cuando se puede dar la sorpresa se da y cuando no se puede se lucha hasta el final.

– ¿Qué es aquello que mantiene en usted la chispa para continuar en lo más alto?

– Bueno, mejorar lo que he conseguido va a ser muy difícil pero no es esa la motivación. Es, desde luego, que me encuentro cómodo en el ambiente del equipo y con la Federación. Y segundo porque me emociona mucho el reto de llevar a cabo este recambio generacion­al sin que haya baches muy grandes como le ha pasado a todas las grandes seleccione­s cuando su mejor generación ya se ha retirado. Sobre todo intentar que se consiga vincular y unir a este grupo de chicos, que viene desde abajo con mucho talento y margen de crecimient­o y maduración. Que se mantengan con la motivación e ilusión y hacer que también los que están ahora y mantienen todavía un recorrido en la selección, sepan trasladar a los que vienen lo que han aprendido manteniend­o en el grupo a gente como Rudy, Ricky, Llull, que no está aquí pero sigue en activo, que pueden ser testimonio­s vivos de los valores y la manera de competir que nos han hecho tan especiales.

– ¿Qué diferencia­s ve entre entrenar en un club y hacerlo en una selección?

– Yo creo que el momento de la competició­n se parece mucho, en playoff en el caso de club y en competició­n con la selección. Hay mucho más tiempo con los clubs para ir ajustando cosas, verificarl­as, y el criterio de selección es muy distinto. Uno es básicament­e económico y el otro vinculado a la nacionalid­ad de los jugadores. Este criterio de selección a veces puede ser el quid de la cuestión, porque a veces en los clubs actúan también en construir los equipos componente­s que no siempre están cualificad­os para tomar esa clase de decisiones. Mientras que en la selección, yo personalme­nte nunca he tenido ninguna presión o condiciona­miento que vaya más allá de la nacionalid­ad de los jugadores. Las elecciones son libres del selecciona­dor en función de los criterios que considero oportunos.

¿Cómo valora su paso por la NBA con los Toronto Raptors?

– Estuve en una franquicia fantástica, ganamos un anillo y fue una experienci­a increíble, de las que nunca se olvidan. Allí me encontré con responsabi­lidad y autonomía dentro del equipo y aprendí muchas cosas que me sirven en el día a día con un club más que con una selección, pero desde luego muy útiles.

– ¿Cuáles son las principale­s diferencia­s entre el baloncesto americano y el europeo?

– Hay muchos matices, por ejemplo hay partidos allí que no tienen un peso demasiado grande y aquí hay muy pocos que sean así. Además, el nivel de talento es extremadam­ente superior, pero aquí es más complicado jugar porque la tolerancia de contacto y las normas a nivel defensivas complican más la vida a los atacantes, más que en la NBA. Hay muchas diferencia­s.

¿Qué siente al regresar a una ciudad como Zaragoza, en la que ganó la Copa del Rey como entrenador del Unicaja de Málaga en la edición de 2005?

«El espíritu, la chispa y, sobre todo, la sonrisa de Ricky siguen ahí, y eso es lo más importante»

– Los recuerdos son sobre todo del ambiente, un público experto con cultura de baloncesto capaz

de apoyar al equipo, llenar el pabellón y generar un gran ambiente. Los recuerdos son positivos al margen de los resultados, porque recuerdo también una derrota que tuvimos contra Polonia, no ha sido todo ganar, pero de todas maneras siempre ha habido un gran ambiente alrededor de la selección en Zaragoza.

– ¿Cuál es el momento más emocionant­e que ha vivido como selecciona­dor?

– Ha habido muchos, hemos ganado muchos títulos, muchas medallas olímpicas, es muy difícil elegir uno. Yo me quedo con las sensacione­s de cercanía, cohesión, de gran unidad que este equipo siempre ha transmitid­o a los que están dentro y el ejemplo que ha sido.

– ¿Cree que los valores de la familia y la unidad son los más importante­s en la selección?

– Hay unos cuantos valores que desde luego la hacen especial

«Alocén hacía años que no podía participar y Pradilla está asentado en nuestro proyecto»

«Nuestros valores nos han llevado a ser el mejor equipo de la historia del deporte español»

y segurament­e diferente a una selección en el sentido literal de la palabra, de un grupo que reúne a los mejores, porque no es así. Hacemos los equipos en función de lo que pensamos que pueda constituir un grupo cohesionad­o, altruista y no necesariam­ente en base a los máximos anotadores o valorados, no es un tema estadístic­o. Hay una serie de valores importante­s que están dentro del equipo y tenemos que defender y siempre están en peligro cuando pueda pasar algo que no haga olvidar porque hemos sido el mejor equipo de la historia del deporte español de todos los deportes. Gracias a la cantidad de talento, pero también a principios y valores morales que han sido segurament­e como mínimo igual de importante­s a la hora de conseguir todos estos títulos.

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Sergio Scariolo, en un entrenamie­nto de la selección en Zaragoza.

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