La «rabia» del campo aragonés llega al centro de Zaragoza
Los manifestantes no darán «ni un paso atrás» hasta que se cumplan sus objetivos Los jóvenes lideran las protestas en una jornada con encontronazos con la Policía
La frustración y el hartazgo que mueve al campo aragonés desde comienzos de febrero se transfromó ayer en «rabia» en pleno centro de Zaragoza. Casi 700 agricultores y ganaderos aragoneses invadieron ayer la capital aragonesa, llamados por las cuatro principales organizaciones agrarias (UAGA, Asaja, UPA y Araga) para trasladar al consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón y al delegado del Gobierno en la comunidad las reivindicaciones de unas protestas que no parecen tener un final cercano. Unidas de nuevo en la protesta, las organizaciones volvieron a exhibir la fuerza que mantienen en el sector primario y anunciaron que seguirán en la calle «el tiempo que haga falta» hasta que sus reivindicaciones tengan algunas soluciones, lo que aventura más movilizaciones generales en las próximas semanas. La primera, el próximo lunes en Madrid.
El recorrido arrancó en la plaza San Pedro Nolasco, sede de la consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón, donde los agricultores prepararon una primera concentración antes de entrar en la propia sede. El entorno de San Pedro Nolasco quedó colapsado, por la gran cantidad de manifestantes, que exhibieron numerosas pancartas e incluso encendieron una hoguera en el centro de la plaza, una acción que ya realizaron en Huesca hace unas semanas. Un tractor de juguete fue víctima de las llamas, símbolo de «la agonía» que sufre el campo, según detallaron algunos de los presentes.
Los momentos de mayor tensión del día se vivieron en esta plaza, mientras los cuatro representantes de UAGA, Asaja, Araga y UPA se reunían con el consejero Ángel Samper. Ahí, varias decenas de manifestantes se encararon con las autoridades policiales, que llegaron a cargar brevemente contra los agricultores. La valla de la consejería se mantuvo bajada, mientras los secretarios generales y Samper estaban reunidos. Fuera, en la calle, numerosos cantos de protesta dirigidos al consejero, así como muchos carteles que rezaban Samper, mal ganadero, peor consejero o Samper, bebe vino que alegra al sector. Los manifestantes exigían más acciones por parte del miembro del Ejecutivo autonómico, hasta hace medio año secretario general de Asaja.
Los más metafóricos advirtieron que la crisis del campo está lejos de solucionarse e insistieron en la necesidad de que las instituciones aborden la mala situación que vive el sector primario. «Si el conejo no sale de la madriguera, habrá que echar un hurón», gritaron los agricultores, que advirtieron al responsable autonómico de Agricultura de que el sector «va a estar en la calle y no puede parar». En el interior, Samper volvió a manifestar su compromiso con el campo y las organizaciones agrarias.
El traslado entre la céntrica plaza San Pedro Nolasco y la plaza del Pilar, donde se sitúa la Delegación del Gobierno en Aragón, no rebajó los ánimos de los agricultores y ganaderos, que portaron una pancarta con el lema: Estabais avisados. ¡Soluciones ya!. Por el camino, numerosos vecinos de la capital aragonesa mostraron su apoyo al campo con aplausos y gritos de solidaridad hacia los cientos de agricultores manifestados.
Ya frente a la Delegación del Gobierno, varios participantes en la movilización lanzaron sacos de trigo y cebada, además de varias botellas al suelo, en referencia a los bajos precios que reciben por su producción. «Esto es la ruina, no vale nada», afirmaban, que anunciaron que la protesta de hoy tiene que ver con el mañana, «con esos jóvenes a los que cada día les cuesta más incorporarse y por la falta de relevo generacional». Precisamente los jóvenes de las cuatro organizaciones fueron los encargados de leer un manifiesto con las principales reivindicaciones del sector primario, poniendo el futuro como causa suficiente para la movilización
Como ya había pasado en San Pedro Nolasco, los representantes de las organizaciones agrarias se reunieron con el delegado del Gobierno, Fernando Beltrán, al que trasladaron sus principales reivindicaciones y la petición formal de la retirada de las multas y sanciones puestas contra los agricultores y ganaderos durante las protestas, que arrancaron a comienzos de este mes. Por parte del Gobierno central se facilitó una tabla con las acciones emprendidas hasta la fecha desde el Ministerio de Agricultura, y el compromiso de seguir actuando en favor del campo.
«¡Hoy la plaza del Pilar respira rabia!», clamaban los agricultores en la calle, que criticaron que «no
ha habido ni un puto político en la historia de este país que se haya preocupado por el campo». La tensión no llegó al nivel de San Pedro Nolasco, pero sí que se pudo notar el hartazgo y la frustración que han movido hasta este punto a los trabajadores del sector primario: «Perdemos más dinero trabajando la tierra y con los animales que
movilizándonos como hoy».
El campo aragonés quiso demostrar su buena sintonía con la sociedad de las ciudades y regaló bastantes surtidos de alimentos producidos por los miembros de las organizaciones agrarias. Una especie de mercadillo se formó en la misma plaza del Pilar, donde zaragozanos y visitantes se encon
traron con un par de puestos que repartían, de manera gratuita, bandejas con carne de cerdo, ternasco y ternera, además de cuñas de queso de granja Perales y frutas.
Los productores llevaron hasta el centro de Zaragoza unos mil kilos de carne y otras tantas cuñas de queso y manzanas. El objetivo,
según explicaron los encargados del reparto, era convencer a la ciudadanía de la importancia de apostar por los productos de proximidad y por la seguridad alimentaria, medioambiental y animal, reflejada en el etiquetado de los alimentos producidos por los agricultores y ganaderos.