0MJHBSDBT VDSBOJBOPT de los históricos clanes han caído en desgracia
Multimillonarios
La casa de campo del antiguo presidente ucraniano y oligarca Víktor Yanukóvich, a media hora de camino en coche desde Kiev, es una mansión desierta. Cerrada de forma indefinida por la invasión a gran escala de Rusia contra Ucrania, abunda aquí el silencio, ya que no hay visitantes y apenas se ven los alrededor de 300 trabajadores –algunos se han ido al frente– que necesita para funcionar desde que el Estado ucraniano la incautó y convirtió en una especie de museo al que en esta década han podido acudir centenares de turistas a admirar los excesos del lujo kitsch en el que vivía Yanukóvich. «Es un sitio absurdo en sí», reflexiona Denys Trakhotelyk, el hombre que la regenta y ha facilitado a este diario una autorización para visitar el sitio.
La residencia Mezhyhirya, una impresionante villa con zoológico incluido, ha sido en la última década uno de los grandes trofeos del triunfo de la revuelta que ahora hace 10 años hizo saltar por los aires los complejos equilibrios entre Rusia y Occidente, y prendió la llama de un conflicto que actualmente sigue sin recomponerse: la revolución de Maidán de 2014. Un escaparate de derroche, redes de corrupción y clientelismo surgidas tras la independencia en 1991.
Su suerte hoy ha cambiado. No solo Yanukóvich huyó a Rusia y no ha vuelto a Ucrania (donde tiene procesos judiciales abiertos en su contra), sino que también otros oligarcas como él han sufrido el mismo destino. Es el caso del multimillonario ucraniano Víktor Medvedchuk, arrestado en 2022 por las autoridades de Kiev por alta traición y luego intercambiado con Rusia por soldados presos. Y también de Dmytro Firtash, asimismo exiliado en Rusia y cuyas propiedades han sufrido diversos procedimientos de incautación. Todos ellos eran del clan de los Siete de Kiev o del de Donetsk.