Al menos 4 muertos al arder dos bloques de 14 plantas en Valencia
El pavoroso incendio deja también 14 heridos, seis de ellos bomberos, y una veintena de desaparecidos Las llamas arrasaron todo a gran velocidad debido al viento y a los materiales inflamables de la fachada
Al menos cuatro fallecidos, 14 heridos, la mayoría por quemaduras leves e inhalación de humo, y una veintena de personas desaparecidas era anoche el balance provisional de un pavoroso incendio que se declaró por la tarde en un piso de en un bloque residencial de 14 plantas en el centro de Valencia y se extendió también al bloque de viviendas contiguo. Las llamas se propagaron con gran velocidad apoyadas por las rachas de viento de poniente, de hasta 50 kilómetros por hora, la baja humedad ambiental y la composición del revestimiento térmico de la fachada, basado en el poliuretano, que favoreció el avance del avance del fuego, según relataron varios vecinos.
Al cierre de esta edición, se habían hallado cuatro cadáveres en el edificio. «De las 14 personas heridas, seis son bomberos, lo que indica la intensidad del trabajo que están realizando», dijo a la prensa Jorge Suárez Torres, subdirector de emergencias de Valencia.
El siniestro se declaró hacia las 17.30 horas en el cuarta planta del edificio, situado en Campanar, un barrio joven de la capital valenciana. Los dos bloques, que en total suman 138 apartamentos, se construyeron hace poco más de una década.
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REVESTIMIENTO En declaraciones a la televisión regional valenciana A Punt, la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, Esther Puchades, atribuyó la voracidad del incendio a un revestimiento de poliuretano en la fachada, un material muy inflamable. En junio de 2017, 72 personas murieron en el incendio del edificio Grenfell de Londres, debido precisamente a un revestimiento similar y altamente inflamable en la fachada.
Vicente, un inquilino del edificio que volvía de hacer deporte y se lo encontró en llamas, dijo a TVE que creía que habían podido salir todos los vecinos. «Sí, creo que han salido» todos, respondió a TVE. En un vídeo en redes sociales, reproducido por los medios, podía verse a los bomberos rescatando a un padre y su hija de un balcón en el que habían quedado atrapados.
El servicio de emergencias regional 112 detalló que había en el lugar
22 dotaciones de bomberos, ocho unidades médicas, entre ellas un vehículo para atender a múltiples víctimas, y anunció la activación de la Situación 2 de emergencias, que se establece en casos de «daños extensos».
También la Unidad Militar de Emergencias (UME), del Ejército de
Tierra, se desplazó al lugar para ayudar en las tareas de extinción. El 112 explicó que el incendio se originó en la cuarta planta y se extendió a otras. «Rogamos, por favor, a vecinos de otras zonas de la ciudad que no se acerquen a las inmediaciones del incendio para facilitar el trabajo de los equipos de emergencias movilizados», escribió en la red social X la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
«Consternado ante el terrible incendio en un edificio de Valencia», escribió también en X Pedro Sánchez, quien dijo que habló con las autoridades locales para «conocer de primera mano la situación y ofrecer toda la ayuda que sea necesaria». «Quiero trasladar mi solidaridad a todas las personas afectadas», añadió.
Alrededor del siniestro los llantos y ataques de ansiedad se generalizaron. Había personas absortas con el espectáculo. Otras que corrían de un lado para otro. Abrazando a sus familiares. Gritando. Retransmitiendo en videollamada el mayor incendio desatado nunca en la ciudad de Valencia. Los primeros instantes para todos aquellos vecinos que lograron escapar a tiempo de la inmensa pira originada en la finca de Campanar estuvieron dominados por el pánico y la perplejidad.
La primera persona en hablar con este diario fue Adriana Banu. Entre las insistentes llamadas de los vecinos de la finca, preocupada por cómo iba a organizar el realojo de algunos de ellos, Banu explicaba que había visto a personas pidiendo auxilio des los balcones de la sexta y la novena planta. «No sé si los han rescatado», decía entre sollozos. «Mi hija ha sido la última en salir del edificio, porque el fuego ha empezado en un extremo y ha ido saltando de escalera en escalera de manera muy rápida», contaba la administradora.
Y añadía en su relato un motivo de consuelo que sin embargo no aplacaba tanta inquietud: «No sabemos qué ha podido pasar porque en la instalación no tenemos gas, todo funciona con energía eléctrica. La fachada es de acoubon, un material con aluminio que no es precisamente combustible, aunque sí es cierto que la fibra que protege este revestimiento sí puede prenderse.
Rai, un vecino que huía con su mujer y su hijo contó cómo se había metido el fuego en casa. «Se ha pegado fuego una casa vacía y ha empezado a pegarse fuego todo, los cristales explotaban, se nos ha venido el fuego con nosotros dentro en cuestión de minutos», relató este treintañero.