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El equipo lleva dos partidos seguidos encajando gol antes de los 10 primeros minutos y de forma idéntica Por arriba han llegado 4 de los 5 últimos tantos =
Los dos últimos partidos del Real Zaragoza se han puesto cuesta arriba demasiado pronto. Tanto en Eibar como en La Romareda contra el Cartagena, el equipo aragonés encajó un gol tempranero que le obligó a ir a un remolque que, como ya ha dejado claro en numerosas ocasiones, no controla. Además, el tanto recibido ha sido casi idéntico en ambos casos. Una apertura a la banda derecha del ataque (izquierda de la defensa zaragocista), un buen centro y un cabezazo inapelable al fondo de la red.
En ambas ocasiones, además, sale el mismo defensa en la foto. Mouriño perdió el duelo aéreo ante Jon Bautista en Ipurua y también lo hizo frente a Poveda frente al Cartagena. Ambos delanteros se anticiparon bien al defensor uruguayo para imponerse en el salto y abrir el marcador y encarrilar la victoria de su equipo y la derrota zaragocista.
El zaguero fue superado, pero también el resto de una zaga algo confundida cuando el balón cae a banda. Con Mollejo de carrilero, es Francés el que suele acudir a tapar el centro del extremo derecho, lo que reduce de tres a dos los centrales que permanecen en el área con la misión de despejar el centro.
En Eibar, sin embargo, una rápida transición de Matheus obligó a Francés a permanecer en el centro y a Mollejo a ejercer de lateral. El manchego dudó levemente entre tapar por dentro o por fuera, lo que dio el tiempo suficiente a Tejero para poner un buen centro directo a la cabeza de Bautista cuando apenas se habían recorrido los primeros siete minutos del duelo.
Frente al Cartagena, el sopapo fue similar, si bien entonces fue un central, Lluís López, el que salió al costado para intentar impedir el centro del lateral diestro rival (Calero), Sin embargo, ni el catalán pudo impedir el envío ni
Mouriño el remate de Poveda, también de cabeza y de nuevo sin opciones para un Edgar Badía vendido.
El doble mazazo pone de manifiesto, por un lado, que el Zaragoza ha salido dormido en los dos últimos encuentros y que el rival conoce uno de los puntos débiles del conjunto aragonés: la defensa de los centros laterales y cierta descoordinación a la hora de intentar defenderlos. En este sentido, otro de los serios problemas de los blanquillos a lo largo de las últimas semanas alcanza a la defensa aérea. Cuatro de los cinco últimos tantos recibidos han llegado de cabeza. Brugué ya marcó de cabeza el segundo tanto para el Levante en La Romareda y Soberón hizo lo propio en Elda a la salida de un córner. Y eso que ninguno de ellos alcanza el 1,80 de altura. De hecho, el delantero del Eldense apenas mide 1,74, pero ganó la partida a Lecoeuche para poner las tablas en el luminoso (1-1). Brugué (1,78) superó a Jair (1.90) para empatar a dos un partido que el Zaragoza ganaba 2-0 al descanso. Tanto Lecoeuche como Jair son ahora suplentes.