«Aquí también se hicieron algunos edificios revestidos con poliuretano»
Los constructores confirman que el material se usó hasta 2009, pero los aparejadores llaman a la calma Las instituciones vigilan que las obras cumplan la normativa, pero no hay un inventario de inmuebles
«En 2009 cambió la normativa y dejó de usarse, pero un par de años antes ya no se utilizaba», explica Bandrés
El pavoroso incendio que devoró, el pasado jueves, un edificio de viviendas en Valencia ha consternado a toda España. Aunque todavía debe investigarse el origen del fuego y las causas de su rápida propagación, todo apunta a que el revestimiento de poliuretano de la fachada ventilada –es decir, con un espacio por el que el aire puede circular– fue el material que sirvió de combustible para que las llamas pudieran extenderse tan velozmente. Ante esta situación, cabe preguntarse si existen más edificaciones que hayan utilizado este material y de esta misma manera. Y la respuesta es afirmativa.
«En Zaragoza se construyeron algunos edificios con revestimiento de poliuretano, sí. Se trata de un material aislante que, además, se adhiere a la pared, por lo que en una ciudad como Zaragoza, con tanto viento, tenía la ventaja de que no había que preocuparse porque el aire lo arrancara de las fachadas», explica el presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón, Juan Carlos Bandrés.
Según explica Bandrés, este material aislante se utilizó en «algunas construcciones, no en todas» entre principios de los años 90 y hasta mediados de los 2000. «En 2009 cambió la normativa y dejó de utilizarse. Pero unos años antes, en 2007 y 2008 cuando se estaban construyendo promociones de vivienda en Valdespartera, recuerdo, ya no se usaba», afirma el constructor.
El motivo por el que se usó el poliuretano, cuenta Bandrés, es porque «entonces se vio como un material que técnicamente ofrecía acabados de mejor calidad». «Se consideró un avance en términos constructivos y se hacía con la mejor intención. Pero en el caso de Valencia ha acabado convirtiéndose en una trampa mortal», lamenta el presidente de la patronal de la construcción en Aragón.
Sin embargo, a pesar de saberse que el poliuretano recubre más de un edificio de la capital aragonesa, desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza quisieron ayer «lanzar un mensaje de tranquilidad a la sociedad». «La legislación española es garantista desde el punto de vista constructivo» y el Código Técnico de la Edificación, que marca las pautas a seguir en cualquier obra, «es un marco legislativo muy restrictivo que está sujeto a procesos de actualización y modernización constantes», afirmaron desde el colegio.
Así, una vez dejó de usarse el poliuretano, explica Bandrés, comenzaron a emplearse otros materiales ignífugos como la lana de roca, «que no propaga el fuego».
Y ahora, ¿se puede hacer algo en aquellos edificios que sí que tengan cubiertas de poliuretano? No, puesto que cuando se utilizó este material era legal y su uso estaba sujeto a la norma del momento. A modo de ejemplo: en la ciudad quedan todavía edificaciones antiguas con techumbres de cañizo, pero su retirada no es ni mucho menos obligatoria aunque ahora no se autorizaría ese tipo de construcciones.
Según explica el Ayuntamiento de Zaragoza, el consistorio no cuenta con un listado de materiales utilizado en cada uno de los edificios, puesto que no es percetivo. Asimismo, las inspecciones urbanísticas se limitan a comprobar
que los edificios construidos coinciden con los proyectos presentados por los promotores.
No obstante, Zaragoza cuenta con una ordenanza propia en materia de protección antiincendios. Ahí se detalla el tipo de resistencia al fuego que deben tener los revestimientos de las llamadas fachadas ventiladas.
La capital aragonesa fue pionera a la hora de aprobar una norma de esta índole y fue a raíz del incendio en el hotel Corona de Aragón, en el año 1979, que costó la vida de 76 personas.
Tampoco en el Departamento de Vivienda del Gobierno de Aragón existe un inventario de los edificios construidos en la comunidad en las últimas décadas y los materiales con los que se elevaron. En cualquier caso, fuentes del área que lidera el consejero Octavio López, explicaron que todas las construcciones se realizan con arreglo a la normativa vigente en cada momento y que el departamento realiza inspecciones en las obras para comprobar que los materiales definidos inicialmente en los proyectos urbanísticos se corresponden con los finalmente utilizados en la ejecución de los trabajos. Esto supone que puede darse el caso de que haya materiales que, en su día estaban permitidos para la construcción, y que después hayan salido de la lista sin que ello implique sanciones o revisiones de los edificios.
Por ello, estas mismas fuentes no descartan que pueda haber en la comunidad bloques de viviendas en las que se utilizó el poliuterano sobre el que desde el incendio de Valencia están puestos todos los focos. Para comprobarlo, sería necesario revisar «ayuntamiento por ayuntamiento y edificio por edificio» los materiales de construcción empleados en cada caso, algo que no está previsto realizar en el corto plazo. Eso sí, Vivienda seguirá inspeccionando cada obra y que los materiales utilizados por las constructoras se corresponden con lo que permite la normativa.
«La legislación española es garantista desde el punto de vista constructivo», dice el Colegio